Fundasur clama contra abandono gubernamental del Suroeste

BARAHONA.- El director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Suroeste (Fundesur) atribuyó la pobreza su región a la falta de inversión gubernamental en obras de infraestructura debido al criterio político imperante de prestar importancia a los problemas sociales dependiendo del número de votos que pueden conquistarse en cada demarcación.

Freddy Pérez refirió que en los 26 años que tiene Fundesur se ha tenido que enfrentar a la realidad de un sistema en que los partidos políticos que se han repartido el poder sólo realizan inversiones a partir del mercado electoral sin tener en cuenta la necesidad de desarrollo de cada región.

Pérez explicó que Fundesur es una entidad de la Pastoral de la Iglesia Católica que surgió ante la tradicional indiferencia de los gobiernos con el Suroeste, en especial con las provincias que integran la región Enriquillo, que son Barahona, Independencia, Bahoruco y Pedernales.

Entrevistado en el programa el Despertador que produce el grupo SIN para Antena Latina canal 7, el dirigente comunitario deploró que su zona solo salga de manera destacada en los medios de comunicación cuando ocurren desgracias como epidemias y otras situaciones de emergencia.

Pérez hizo un recuento del proceso económico del Suroeste que abarcó desde un período de esplendor con importantes obras de infraestructura entre el 1918 y el 1920 con el inicio de la industria azucarera, hasta su proceso de abandono a la región por parte de los gobiernos que se han sucedido sumiéndola en la pobreza.

Las estadísticas sobre población y desarrollo parecieron abrumar al señor Pérez. Indicó que el 70 por ciento de la población del Suroeste se encuentra en estado de pobreza; un 35 por ciento en extrema pobreza, con un 35 por ciento de desempleados mientras los empleados se dividen entre chiriperos, echa días y trabajadores de los ayuntamientos.

El dirigente se quejó del incumplimiento que según dijo han actuado las diferentes administraciones con el Suroeste, y puso como ejemplo que los trabajos del alcantarillado sanitario de Barahona se iniciaron hace 30 años y se encuentran paralizados, mientras los agricultores del entorno del Lago Enriquillo esperan por la promesa de reubicación y la presa de Monte Grande apenas ha recibido el primer picazo, pese a constituir el proyecto más importante de la zona.

No obstante consideró un motivo de esperanza que se hayan asignado algunas partidas del Presupuesto Nacional del 2011 a la mencionada presa.

Pérez se refirió también al abandono del río Nizaíto, cuyos ramales no se han construido; el descuido de la caficultura y la falta de sistema sanitario.

Entre los inconvenientes que ha tendido su región citó el que se le haya bautizado como “el sur profundo” o “el sur lejano”, lo que crea una distancia magnificada que no le atribuyen a zonas como Samaná y la Línea Noroeste.

Visiblemente nostálgico, el director ejecutivo de Fundesur refirió que en el censo del 1937 la provincia de Barahona tenía 1,900 habitantes más que el Distrito Nacional y que hoy todo el Suroeste cuenta apenas con un 4 por ciento de la población nacional.

Esos datos, según dijo, son los que toman en cuenta los partidos políticos que han gobernado el país al momento de hacer las inversiones de desarrollo social. Mientras menos votos, menos obras, en su opinión.