Errar al
momento de enviar una señal puede ser fatal para quien la envía, así como para
quienes están en la obligación de interpretarla y llevarla a cabo.
Así se
puede ver cuando en el béisbol, el receptor le pide una Curva o un Slider al pitcher y este viene
con una Recta a 99 millas. Los resultados pueden ser catastróficos.
También
puede ser catastrófico, cuando un controlador de tráfico aéreo, que es la
persona encargada profesionalmente de dirigir el tránsito de aeronaves en el
espacio aéreo y en los aeropuertos, de modo seguro, ordenado y rápido, yerra al dar las señales adecuadas.
Igual
sucedería si en una curva cerrada, no existe una señal de tránsito que le
indique al chofer que debe bajar la velocidad e ir con mucha precaución al
transitar ese tramo carretero; y así sucesivamente, en cada una de las
situaciones y circunstancias que ameritan de una señal clara, para evitar que
se produzcan situaciones desagradables y muy lamentables.
La
sentencia que el viernes 27 del pasado mes de marzo del presente año 2015
emitió el juez de la Instrucción Especial de la Suprema Corte de
Justicia, Alejandro Moscoso Segarra, dando un No Ha Lugar al senador Felix
Bautista, acusado de malversación de fondos públicos, para que se entienda
bien, robo, envía una muy mala señal a la sociedad dominicana y al mundo.
Esta
perversa decisión de la Suprema Corte de Justicia ha recibido la repulsa del Ministerio Público, la oposición política
e importantes sectores de la sociedad civil que entienden que con este caso
perdió el sistema de justicia dominicano, la democracia y el interés nacional
de que se haga justicia contra quienes han desfalcado el erario.
Además
del senador del PLD por la Provincia de San Juan de la Maguana, fueron
favorecidos por ese adefesio jurídico y atentado contra nuestro prostituido
sistema judicial, el diputado y ex director del INTABACO,
Adalberto Rosa, así como algunos aspirantes a diputados por la provincia de
Santiago e importantes ex funcionarios del gobierno del ex presidente Leonel
Fernández, pasando estos de encartados a grandes e inmaculados señores.
La señal
que envía la Suprema Corte de Justicia a los dominicanos y dominicanas con esa sentencia es, sencillamente desafortunada,
grotesca y de muy mal gusto para quienes
esperábamos que el sistema judicial dominicano se ponga los pantalones y meta
detrás de los barrotes a aquellos que han delinquido.
Y como
de esa señal no hay mucho que interpretar, que no nos sorprendan pues, los
actos de “indelicadeza”, desfalco, robo, o como le quieran llamar, que podrían,
sin ningún pudor, seguir saliendo a la luz pública, a los fines salir de susto
y de la posibilidad de que en un gobierno que sirva se le pueda juzgar, porque
ya fueron juzgado en estos gobiernos que erigen monumentos al robo y la
impunidad.
Si los hombres y mujeres
probos y de buena voluntad e intención no asumen con decisión el quehacer
político, para dirigir el estado con ética y moral, nuestra sociedad terminará
en el lugar hacia donde la están conduciendo, en el despeñadero.
Una mala Señal…
Reviewed by Emma Pérez
on
marzo 30, 2015
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