
El Presidente del Consejo Regulador de la futura denominación de origen Café Barahona, señor Victoriano Samboy de la Cooperativa Las Tres Hermanas de Pedernales, juntos a los representantes del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF), ingeniero Rafael Pérez Duvergé; de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), señor Manuel Alba; del Consejo Dominicano del Café (CODOCAFE), ingeniero Fausto Burgos y del Ministerio de Agricultura, ingeniero Manuel González, entregaron las informaciones y documentos necesarios para establecer la base legal de la DO Café Barahona al licenciado Juan José Báez, director general de la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI), en un acto celebrado en el Hotel V Centenario de Santo Domingo.
Una denominación de origen (DO) se entiende como el proceso para determinar las particularidades del origen físico (territorio, factores agro-ecológicos, sistema de producción, calidad y cantidad del producto, etc.) y las particularidades de los productores (tecnologías y procesos aplicados por los productores, tradiciones humanas y productivas, historia de la producción, etc.), que hacen únicas e irrepetible las características cualitativas de un producto (vinos, quesos, jamones, mieles y cualquier producto de origen agropecuario), para poder ser mercadeado como algo muy específico.
La Denominación de Origen Café Barahona está siendo registrada para la región Enriquillo, que integran las provincias Barahona, Bahoruco, Pedernales e Independencia, por el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) y el Consejo Dominicano del Café (CODOCAFE), con financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través del Programa de Desarrollo Tecnológico Agropecuario de la Región Sur (PROTESUR), del cual investigadores en café generaron las informaciones necesarias sobre las particularidades de las áreas cafetaleras y sobre el café de esa región, requisito indispensable para la creación de la denominación de origen Café
Barahona.
En la República Dominicana existen un sin número de tipos de café, pero el tipo Barahona es el que mayor fama internacional posee y es el que mayor precio obtiene en el mercado internacional. El Café Barahona ha sido ofertado al mercado mundial en los últimos 120 años, como tal, y a su producción, su desarrollo tecnológico y mercadológico han contribuido un sin número de oleadas de inmigrantes, comenzando con los italianos y corsos que fueron los primeros en crear plantaciones de escala comercial y desarrollar las exportaciones hacia Europa y otros mercados, los puertorriqueños que en los finales del 1800 y principio del 1900 aportaron su mano de obra en la recolección y establecimiento de plantaciones e importaron desde Yauco la tecnología de vía húmeda en el manejo poscosecha del café, los haitianos que desde siempre han participado con su sudor en la recolección y producción de nuestro café, así como los españoles y árabes que en menor grado contribuyeron con la producción y comercialización internacional del Café Barahona.
La entidad clave para el éxito de la DO Café Barahona es el Consejo Regulador, que debe asegurar que los productores cumplan con las normas que rigen la denominación de origen. Debe garantizar todo el proceso de producción y cosecha, de manera que el café tenga el sabor y la calidad que hacen al “Café Barahona” mundialmente conocido por su calidad. El nombre Café Barahona fue cedido por el productor Miguel Melo al Comité Regulador para su registro como denominación de origen.
El primer Consejo Regulador de la DO Café Barahona quedó conformado por los señores Victoriano Samboy de la Cooperativa Las Tres Hermanas de Pedernales (Presidente); Pedro Medina Medina del Núcleo de Caficultores de Polo, Manuel de Jesús Andújar de FEDECARES, Ruddy Pérez de Cooperativa de Caficultores del Sur (Coocafesur), Luís Emilio Pérez Matos de Paraíso, Manny Leger de Paraíso de COOCAFESUR, el Agrónomo Elpidio Moreta de Paraíso, Carlos Ramírez de FEDECARES de Azua, Ariel Moreta Gómez de la Cooperativa Las Tres Hermanas, Pedro Molina Medina del Núcleo de Caficultores Orgánicos de Polo y el Ing. Miguel Melo, productor y exportador de café.
Entre los documentos técnicos entregados a ONAPI para el registro de la DO Café Barahona, están: resultados de investigación científica para la Denominación de Origen Café Barahona, estudios socioeconómicos de la producción de café en la región Enriquillo, normas para la producción y elaboración de café verde, caracterización de suelos en zonas cafetaleras de la República Dominicana y la publicación los 7 pecados capitales de la bebida de café.
De acuerdo al ingeniero Benjamín Toral, productor de café Barahona y propulsor de la DO Café Barahona, con la creación de la denominación de origen se lograrán diferentes tipos de objetivos entre los que cita: objetivos agrícolas, mercadológicos y económicos.
Entre los objetivos agrícolas están la obtención de información científica sobre el agro sistema productivo del café predominante en la región, la delimitación geográfica de las zonas cafetaleras de las sierras de Neiba y de Bahoruco, el manejo integrado de la Broca del cafeto, la caracterización de los suelos cafetaleros y otros temas relacionados a la producción del café en la región. El uso de esa información científica
permitirá incrementar la producción de café en la región.
Entre los objetivos mercadológicos de la denominación de origen Café Barahona serán: poder ofrecer café con una certificación de su origen, de sus características físicas, características organolépticas y por ende con todos los parámetros de su calidad; establecer la oferta anual del producto de manera que no se pueda vender otros orígenes como Café Barahona y, finalmente, mejorar la trazabilidad del café, que consiste en conocer los manipuladores del producto, desde el productor hasta el consumidor.
También, con la denominación de origen Café Barahona se lograrían objetivos económicos como aumentar el valor agregado a la producción de café de la región y así se incrementarían los niveles de ingresos de nuestros caficultores, contribuyendo a devolverle el nivel de rentabilidad al cultivo, necesario para mantener a los caficultores dedicados a sus predios, evitando la migración económica a la ciudad o al exterior,
también tendría sus efectos de protección ambiental y ecológica, ya que si se abandona los cafetales y se talan para sembrar cultivos de ciclo corto en las laderas de las sierras, se destruirían los suelos y la poca cubierta boscosa que todavía cubre nuestras sierras y contribuye a captar las aguas que alimentan los ríos que aportan el agua para riego y consumo doméstico que se usa en las zonas bajas. Estos servicios ambientales, de cuantificarse, serian un gran aporte económico a la sociedad del suroeste y desde luego a la nación.
