Se trata, dicen los investigadores del Imperial College de Londres y la Universidad de Lausana, Suiza, de una “sobredosis” de genes.
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Es decir, la gente que es extremadamente delgada tiene copias adicionales de un grupo de genes.
El estudio, publicado en la revista Nature, encontró que una de cada 2.000 personas presentan una anormalidad que provoca que 28 genes, que forman parte del cromosoma 16, estén duplicados.
Esto resulta en que estos individuos no logren aumentar de peso de forma normal.
Sobredosis genética
Normalmente, una persona tiene 23 pares de cromosomas (las estructuras que contienen el material genético en las células), una copia de cada cromosoma de cada uno de sus padres. Es decir, dos copias de cada gen.
Pero en ocasiones ocurren errores genéticos que provocan que el individuo tenga secciones adicionales o faltantes de parte de un cromosoma, lo que resulta en una dosis anormal de genes.
“Una de las razones por las que el nuevo hallazgo es importante es que muestra que la incapacidad para alcanzar la talla normal en la niñez puede tener una raíz genética. Si un niño no quiere comer, no necesariamente es la culpa del padre”.