Por: Juan Francisco Matos Espinosa
Los políticos de los partidos tradicionales se acuerdan del pueblo en tiempos de elecciones presidenciales y congresuales, ocasión en que se lanzan a las calles descaradamente a regalar dádivas a un pueblo desesperado que pasa todo tipo de penurias porque no hay suficientes fuentes de trabajo donde la gente pueda ganar decentemente el sustendo familiar, por lo que se ve obligada de manera desesperada correr tras los vehículos que distribuyen fundas, para lograr una de ellas y tener la comida de un día.
Los políticos de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano (PRSC), están conscientes que la distribución de estas dádivas es un escarnio de su parte, a millones de ciudadanos hambrientos.
Estos señores aunque escuchen algunas entidades hacer llamados al pueblo en tiempos de campañas proselitistas para que no vote por partido alguno, sonríen a carcajadas, porque su lema el que siempre les da resultados es "esa gente piensa con el estomago", y tienen sobrada razón al decir esto, al ver miles de ciudadanos corriendo detrás de los vehículos que distribuyen las fundas conteniendo raciones alimenticias. Pero estos bárbaros también saben que cada padre de familia que mendiga esa dádivas no lo hace porque piensan con el estomago, sino porque tienen atrás niños gritando por hambre, porque sus progenitores no tienen un trabajo, ni algo para producir dinero que les permita adquirir la comida diaria para su alimentación.
En estos repartos son vistos algunos militares y policías con palos, pedazos de alambres eléctrico, ramas de árboles, con los cuales golpean a los pobladores que desesperados luchan para conseguir una funda para dar de comer ese día a sus hijos, en tanto, que otros uniformados usan las culatas de sus fusiles y escopetas para dizque obligar a la gente a que haga orden en las filas, cuando en realidad son ellos mismos lo que imponen el desorden en los logares de los repartos.
En la campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales del 2008, fuí testigo de un reparto que hacían políticos oficialistas en el sector pueblo nuevo, donde dos hombres de avanzada edad agarraron simultáneamente un pollo de los que era distribuido. Uno de ellos agarró el ave de las alas hacia la cabeza y otro de las alas hacia abajo, presionando cada uno a su favor con el interés de quedarse con el pollo entero. La presión de los dos ciudadanos hacia el pollo fue tan fuerte que este se partió en dos y cada uno de ellos quedó con una parte del desdichado animal en sus manos, mientras que los encargados de los repartos al ver esta acción sonreían a carcagadas, burlándose de esos dos humildes ciudadanos, que luchaban por lograr algo para llevar de comer a sus hijos en esa ocasión.
No se sabe hasta cuando perdurará esta triste situación, ya que el candidato de un partido que gana unas elecciones presidenciales, se pasa cuatro años hablando sobre el progreso del país que nunca llega.
"No pudimos concretizar nuestro programa de gobierno en favor del sufrido pueblo dominicano, debido a que cuatro años es muy poco tiempo para logararlo, por lo que necesitamos cuatro más para terminar nuestra obra" es lo que más o menos dicen esos charlatanes. Años vienen y van y los sectores educación, salud y agro, así como el energético, empeoran cada vez más.
A parte de la distribución de funditas, los candidatos de los partidos tradicionales, en especial los del gobierno de turno, recurren a la compra de adversarios en lo que invierten millones de pesos, mientras las esperanzas sobre la creación de fuentes de trabajos retroceden, situación que es una de las principales responsables de la ola de delincuencia y criminalidad que hoy se registra en todo el territorio nacional, la cual se ha escapado de la mano a las autoridades de turno, aunque estas digan lo contrario. Tras concluir el proceso electoral el presidente electo designa los miembros de su gabinete y a los encargados de las diferentes dependencias del gobeirno en el interior.
Ya en sus acargos, todos se olvidan del pueblo y proceden a designar espalderos y cuando cobran sus lujosos sueldos, regalan a algunos de sus seguidores "privilegiados" 100, 200, 300 y 500 pesos como forma de agradecer el haber votado por ellos. El único empeño de estos señores, muchos de los cuales llegan a pie y en chancletas a los cargos, como hay casos en Barahona, amazar dinero para cuando su gobierno sea echado del poder, disfrutar del placer de la vida junto a sus familiares, mientras los que los favorecieron con sus votos, pasan las mil y una noche. Todo pasa tranquilamente y a los cuatro años vuelve la campaña electoral, lo que es el cuento de nunca acabar. ¿habrá algún país en América como la República Dominicana, donde se registre esta misma situación?. En caso de que exista, cualquier amigo lector puede identificarlo, para quien escribe recomendarle que se confiese con el bisabuelo del diablo.
La República Dominicana es rica, a la cual, si se le da buen uso, alcanzaría para que los ciudadanos tengan un medio de vida muy diferente al actual, pero lamentablemente no es así, debido a que la riqueza está en poder de un grupo de salteadores, mafiosos, corruptos y porque no, asesinos también.
Este país tuvo dos oportunidades de cambiar para siempre de lo malo a lo bueno, pero lamentablmente estas fueron frutradas por los lacayos y salteadores encumbrados en la Iglesia Católica, el empresariado y las Fuerzas Armadas, así como por el desgraciado y malnacido imperialismpo yanquis.
Estas dos oporunidades fueron las del Gobierno de Juan Bosch de 1963, que solo duró siete meses y el aplastamiento de la Revolución y Guerra Patria del 24 de Abril de 1965, por parte de las tropas imperialistas de Estados Unidos. SI HAY UN PAÍS EN AMÉRICA COMO LA REPÚBLICA DOMINICANA, QUE AlGUIÉN DIGA CUAL ES.
Los políticos de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano (PRSC), están conscientes que la distribución de estas dádivas es un escarnio de su parte, a millones de ciudadanos hambrientos.
Estos señores aunque escuchen algunas entidades hacer llamados al pueblo en tiempos de campañas proselitistas para que no vote por partido alguno, sonríen a carcajadas, porque su lema el que siempre les da resultados es "esa gente piensa con el estomago", y tienen sobrada razón al decir esto, al ver miles de ciudadanos corriendo detrás de los vehículos que distribuyen las fundas conteniendo raciones alimenticias. Pero estos bárbaros también saben que cada padre de familia que mendiga esa dádivas no lo hace porque piensan con el estomago, sino porque tienen atrás niños gritando por hambre, porque sus progenitores no tienen un trabajo, ni algo para producir dinero que les permita adquirir la comida diaria para su alimentación.
En estos repartos son vistos algunos militares y policías con palos, pedazos de alambres eléctrico, ramas de árboles, con los cuales golpean a los pobladores que desesperados luchan para conseguir una funda para dar de comer ese día a sus hijos, en tanto, que otros uniformados usan las culatas de sus fusiles y escopetas para dizque obligar a la gente a que haga orden en las filas, cuando en realidad son ellos mismos lo que imponen el desorden en los logares de los repartos.
En la campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales del 2008, fuí testigo de un reparto que hacían políticos oficialistas en el sector pueblo nuevo, donde dos hombres de avanzada edad agarraron simultáneamente un pollo de los que era distribuido. Uno de ellos agarró el ave de las alas hacia la cabeza y otro de las alas hacia abajo, presionando cada uno a su favor con el interés de quedarse con el pollo entero. La presión de los dos ciudadanos hacia el pollo fue tan fuerte que este se partió en dos y cada uno de ellos quedó con una parte del desdichado animal en sus manos, mientras que los encargados de los repartos al ver esta acción sonreían a carcagadas, burlándose de esos dos humildes ciudadanos, que luchaban por lograr algo para llevar de comer a sus hijos en esa ocasión.
No se sabe hasta cuando perdurará esta triste situación, ya que el candidato de un partido que gana unas elecciones presidenciales, se pasa cuatro años hablando sobre el progreso del país que nunca llega.
"No pudimos concretizar nuestro programa de gobierno en favor del sufrido pueblo dominicano, debido a que cuatro años es muy poco tiempo para logararlo, por lo que necesitamos cuatro más para terminar nuestra obra" es lo que más o menos dicen esos charlatanes. Años vienen y van y los sectores educación, salud y agro, así como el energético, empeoran cada vez más.
A parte de la distribución de funditas, los candidatos de los partidos tradicionales, en especial los del gobierno de turno, recurren a la compra de adversarios en lo que invierten millones de pesos, mientras las esperanzas sobre la creación de fuentes de trabajos retroceden, situación que es una de las principales responsables de la ola de delincuencia y criminalidad que hoy se registra en todo el territorio nacional, la cual se ha escapado de la mano a las autoridades de turno, aunque estas digan lo contrario. Tras concluir el proceso electoral el presidente electo designa los miembros de su gabinete y a los encargados de las diferentes dependencias del gobeirno en el interior.
Ya en sus acargos, todos se olvidan del pueblo y proceden a designar espalderos y cuando cobran sus lujosos sueldos, regalan a algunos de sus seguidores "privilegiados" 100, 200, 300 y 500 pesos como forma de agradecer el haber votado por ellos. El único empeño de estos señores, muchos de los cuales llegan a pie y en chancletas a los cargos, como hay casos en Barahona, amazar dinero para cuando su gobierno sea echado del poder, disfrutar del placer de la vida junto a sus familiares, mientras los que los favorecieron con sus votos, pasan las mil y una noche. Todo pasa tranquilamente y a los cuatro años vuelve la campaña electoral, lo que es el cuento de nunca acabar. ¿habrá algún país en América como la República Dominicana, donde se registre esta misma situación?. En caso de que exista, cualquier amigo lector puede identificarlo, para quien escribe recomendarle que se confiese con el bisabuelo del diablo.
La República Dominicana es rica, a la cual, si se le da buen uso, alcanzaría para que los ciudadanos tengan un medio de vida muy diferente al actual, pero lamentablemente no es así, debido a que la riqueza está en poder de un grupo de salteadores, mafiosos, corruptos y porque no, asesinos también.
Este país tuvo dos oportunidades de cambiar para siempre de lo malo a lo bueno, pero lamentablmente estas fueron frutradas por los lacayos y salteadores encumbrados en la Iglesia Católica, el empresariado y las Fuerzas Armadas, así como por el desgraciado y malnacido imperialismpo yanquis.
Estas dos oporunidades fueron las del Gobierno de Juan Bosch de 1963, que solo duró siete meses y el aplastamiento de la Revolución y Guerra Patria del 24 de Abril de 1965, por parte de las tropas imperialistas de Estados Unidos. SI HAY UN PAÍS EN AMÉRICA COMO LA REPÚBLICA DOMINICANA, QUE AlGUIÉN DIGA CUAL ES.
Si hay en América otro país como la República Domininicana, que alguién me lo identifique
Reviewed by Emma Pérez
on
octubre 15, 2011
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