Los embarazos de menores

POR FERNANDO SIBILIO

Estamos frente a otro episodio de embarazo en preadolescentes, sin que se conozcan las reacciones y acciones estructurales que, desde el Estado y la sociedad, servirían de control a esta demanda sentida de la sociedad.Son grandes los costos económicos, sociales y políticos de esta calamidad, aunque peores son los daños irreversibles e irreparables sobre las vidas de estas niñas.

Disponemos de un esplendido vehículo con nuestro crecimiento económico y con los más de 600 millones anuales de presupuesto.  Y, ahora, ¿hacia dónde vamos? ¿A qué velocidad marchamos? ¿Por qué carreteras transitamos con estas demandas urgentes de nuestra infancia? 
Faltan operaciones fiscales y juicios intercambiables acerca de la justicia presupuestaria, para el uso de la inteligencia y en la elección de las metas, los métodos y las metodologías en las políticas públicas y privadas.
Sale del Despacho de la Vice-Presidenta el Proyect “Yo decido esperar”, ante el embarazo precoz.  Una consigna divorciada de la realidad, porque pierde de vista lo esencial en toda estrategia política, que es el poder quién debe crear la realidad con las soluciones.
Es que a ningún preadolescente o adolescente le interesa conocer las definiciones del sexo o del embarazo precoz.
Necesitan saber qué hacer con lo que sienten y desean sexualmente, a fin de hacer el sexo en forma productiva y sin traumas sociales, familiares y económicos.  ¿Qué es lo humano?  ¿Qué es lo que les corresponde? ¿Cuáles son sus sentimientos amorosos? ¿Cuáles son sus deseos sexuales? ¿Cuáles son sus metas y acciones con estos sentimientos y deseos?
Parte la Vice-Presidenta de un esquema democrático inconsciente respecto al sexo y al embarazo precoz en los preadolescentes y adolescentes.  Debería pensar en los fundamentos de los derechos morales vigentes en la sociedad, en las familias, en las escuelas y en las iglesias para que estos programas transmitan, mediante una educación, unos conocimientos y una inducción continuada, las metas y objetivos del proyecto.
Rogamos, por tanto, de esa instancia de gobierno, la asunción consciente de los objetivos y metas morales que vagamente disponen los sujetos de esta intervención pero con criterios universales.
 Recordamos a la Doctora Cedeño de Fernández que la mayoría de los Centros Tecnológicos Comunitarios están cerrados a nivel nacional, y que los Centros de Capacitación Progresando funcionan con precariedades espantosas.
Advertimos que nuestros preadolescentes y adolescentes, por los cambios bruscos en sus creencias, llevan en su memoria muchas afirmaciones implícitas, las cuales como sujetos nunca aceptarían haberlas hechos.
Tomemos como muestra la expresividad sexual, tanto en el proceso de seducción como de conquista amorosa.  Hablamos del lenguaje como poder de la razón, y una afirmación irrefutable en las condiciones necesarias para el acto sexual.
Es una horrorosa contradicción decir “Yo decido esperar”, del mismo modo que la niña embarazada de trillizos confesara hoy su desconocimiento de este riesgo.  ¡Señores! Los cambios de creencias, en nuestros sentimientos y en nuestros deseos sexuales son vertiginosos, y colocan los placeres del coito por encima de los deberes de la maternidad o de la paternidad.  Fernando Savater, en su libro Etica como amor propio, consigna la siguiente frase: “Todo placer es bueno, pero no todo placer nos corresponde”.
Los embarazos de menores Los embarazos de menores Reviewed by Emma Pérez on octubre 13, 2013 Rating: 5
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