Las relaciones de David y Saúl estuvieron marcadas por
distancias y cercanías. Los intereses acercan y alejan a los seres humanos.
Cuando era azotado por sus problemas de salud mental el arpa de David ejecutada
a corta distancia acercaba a estos dos políticos. El uno un veterano y el otro
un recién ungido. Una amistad y una relación sentimental o familiar están
matizadas por momentos de distancias y cercanías. Nuestro genograma puede estar
diseñado por pautas de lejanías o de cercanías.
Existen familias en las que se maneja mucha cercanía. En
esas familias existen muchas fusiones, sobreprotecciones, hijos favoritos,
hijas especiales, en detrimento de otros miembros de la familia. La familia de
Jacob tenía un hijo favorito, especial: un hijo de grandes sueños, unos sueños
con tantos brillos que molestaban las realidades de los demás hermanos de José.
Las rivalidades entre hermanos tienen como estímulo la percepción de que uno es
favorecido por uno de los padres en perjuicio del otro o la otra que alega la
predilección. En consulta hay una tendencia de casi todos los padres, de no
querer aceptar que tienen hijos muy cercanos o predilectos. Sin embargo en las
entrevistas a otros miembros de la familia es muy fácil determinar con cuales
hijos e hijas los padres tienen fusiones, ya que desde fuera se ve muy fácil lo
que los padres no quieren conscientemente admitir.
En otras familias se tienen pautas de distancias como
distintivas en las relaciones familiares. En esas familias se reacciona con
alejamientos frecuentes. Con decisiones de alejarse de la cama marital muchas
parejas manejan sus pautas de distancias. Dejar de llamar a los amigos y
familiares cuando están molestos como pautas frecuentes. No visitar a amigos o
descuidar amistades de larga data son patrones que repiten las personas que
manejan distancia, aprendidas en el seno familiar, y que luego la extrapolan a
sus relaciones sentimentales y a sus amistades. Son reacciones automáticas. Y
lo grave sería llegar al máximo de las distancias que es el CORTE EMOCIONAL en
el que algunos padres pueden decidir no comunicarse por diez, quince o veinte
años con el hijo o hija con quien tuvieron un conflicto. O peor aún puede ser
un corte emocional que dure la vida entera.
Nuestras relaciones pueden estar enfermas si manejamos mal
nuestras distancias y cercanías. Si queremos crecer hay relaciones que debemos
equilibrar y trabajar distancia. Alejarnos de las fusiones, de tener
predilecciones, favoritismos como ocurre en los grupos, organizaciones,
iglesias, clubes, ya que afectamos el crecimiento institucional de los grupos.
Cuando nuestra enfermedad relacional es la distancia entonces debemos modificar
nuestros patrones y tratar de buscar cercanía con aquellos
familiares, amigos,
o pareja que estamos descuidando.
El primer paso para el proceso del cambio sería reconocer
que estamos manejando mal algunas de nuestras distancias y cercanías. Luego
entrar a realizar tareas concretas para acercarnos o alejarnos. Podemos
acercarnos al hijo con quien siempre tenemos dificultades y mejorar nuestra
relación de persona a persona. Los padres que tienen fusiones con algunos hijos
pueden alejarse un poco acercándose a otros miembros de la familia. En los
grupos y organizaciones son frecuentes las quejas de los miembros e individuos
por preferidos de los dirigentes. El cambio puede empezar a validando más a
aquellos con quienes mantienen distancias, o con quienes no se llevan bien y
alejarse de los que siempre favorecen. Cuando hacemos esto nos acercamos a Dios
y a su justicia. Cuando no hay justicia en las relaciones aparecen las
tensiones y los conflictos . En un proceso de cambio creceremos nosotros mismos,
junto con nuestras familias, amistades y las organizaciones que dirigimos.
Acercarse y alejarse es un proceso emocional que puede ser doloroso y generador
de mucha ansiedad; pero el resultado será beneficioso para nuestras relaciones.
El autor Médico y Terapeuta Familiar
MODIFICANDO MIS DISTANCIAS Y CERCANIAS EN LAS RELACIONES
Reviewed by Emma Pérez
on
diciembre 28, 2013
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