TOMADO DE ECOS DEL SUR
Lo que hoy podemos llevar bajo el brazo, y mostrar como un
triunfo de esta generación, el PLANBÁ, no es más que el fruto de los esfuerzos
de muchas generaciones que nos han precedido, y que con sus sueños nos
inspiraron a que continuáramos sus pasos. En el siglo pasado se hicieron importantes esfuerzos en la
línea de enrumbar a Barahona por sendas definidas hacia el desarrollo, por
sacarla del club de barcos a la deriva que navegan sin rumbo cierto y con el
timón averiado. Hay personas claves en ese proceso que han heredado
experiencias directas, y otras que han aprendido por diversos medios, y a
partir de su interés en el desarrollo.
El Consejo de Desarrollo Provincial de Barahona, creado en
1997 en el marco del Programa de Desarrollo Humano Sostenible Local para la
Región Fronteriza (Gobierno Dominicano-PNUD), se hicieron esfuerzos
significativos en esta misma línea, y aunque creó muchas expectativas en la
población organizada de toda la provincia y en algunas autoridades, al final
estas se diluyeron, principalmente
porque el gobierno “apuntaba para un lado, pero tiraba para el otro”.
Estas y otras experiencias deben de ser tomadas en cuenta
para que avancemos con la menor cantidad
de tropiezos posibles. Me interesa particularmente resaltar la importancia de
los siguientes elementos:
1. Promover el desarrollo a partir de nuestros propios
recursos; 2. Concebir el desarrollo de Barahona articulado al desarrollo de las
demás provincias de la región; 3. Promover el desarrollo como el desarrollo de
la gente, donde el crecimiento económico sea un medio, y no el fin; 4. Vigilar el cumplimiento de
las responsabilidades del Estado, tanto del Nivel Central como del Local; 5.
Mantener la transparencia, la apertura a la participación de todos los
sectores, y la democracia interna.
De los cinco (5) puntos que he planteado, ya el 20% se ha
logrado, puesto que el último está garantizado, por lo que no abundo. Lo
menciono simplemente por su importancia.
El primer punto, promover el desarrollo a partir de nuestros
propios recursos, es esencial en la concepción del desarrollo sostenible.
Barahona no tiene recursos económicos considerables, y los que le entran por
vía del arrendamiento de las minas de Sal y Yeso y el Ingenio Barahona no se
manejan con participación local. En cuanto a los recursos naturales, los tiene
en abundancia en la mayoría de ellos. Veamos algunos detalles:
Recursos mineros: Aquí
se destacan principalmente las calizas, sal y yeso y mármol
(travertino), todos ellos en gran cantidad y de muy buena calidad.
Recursos forestales: En los bosques secos y húmedos hay madera dura y preciosa
para la construcción de muebles diversos y la artesanía.
Recursos hídricos (ríos y lagos): Las aguas del Yaque del Sur, Nizaíto, Los Patos,
San Rafael, Bahoruco, Palomino y otros menores. Agréguese a ellas las aguas
subterráneas de la Sierra de Bahoruco, aunque a profundidades considerables.
Recursos marino-costeros: Las aguas costero-marinas de la
provincia son pobres a medianamente pobres, pero con ciertas técnicas se puede
aumentar la captura de especies pelágicas (peces que viven fuera de la costa)
que vienen a desovar, unas (como la aguja paladar en Juan Esteban-Paraíso), y
otras de tránsito (atún y dorado, principalmente).
Recurso tierra: Las tierras de la zona montañosa para
relanzar el café, cultivar frutales, hortalizas, y repoblar las aéreas
criticas; las tierras del antiguo INDA en Enriquillo; las tierras de Juan
Benito, Miramar, Los Cucuses; y todas las que están hoy en explotación pero con
bajísima productividad por inadecuadas labores culturales. En numerosos lugares
de la provincia hay potencial para el desarrollo de cultivos protegidos (invernaderos/casa
malla) y la ganadería tecnificada. En ambos casos ya hay experiencias
positivas, por lo que no habría que partir de cero.
Los recursos naturales descritos, más las playas, los ríos,
las aguas termales, los bosques y otros, unido al peso de la deuda histórica
que tenemos con nuestros ancestros que nos han inspirado en este esfuerzo,
hacen que el desarrollo de Barahona tenga que propender a materializar sus
utopías de ver la provincia con prosperidad económica, bienestar social y un
ambiente sano.
El segundo tema, concebir el desarrollo de Barahona
articulado al desarrollo de las demás provincias de la región, es condición
obligada por la interconexión existente entre las cuatro provincias. Veamos: La
Llanura de Oviedo, donde están las tierras del antiguo INDA, se reparte entre
Barahona y Pedernales; la Hoya de Enriquillo abarca a Barahona, Bahoruco e
Independencia; Barahona e Independencia colindan en Las Salinas y Mella; la
Laguna de Cabral o Rincón limita con Independencia; el Lago Enriquillo está entre Bahoruco e Independencia; y la
Sierra de Bahoruco se reparte entre Barahona, Pedernales e Independencia.
Así mismo, darle la vuelta al Lago Enriquillo desde Barahona
implica transitar por las provincias Bahoruco e Independencia; y para llegar a Bahía de las Águilas y al
Hoyo de Pelempito hay que pasar por Barahona,
Y en cuanto a la empresa más grande de la Región, el Ingenio
Barahona, sus tierras están distribuidas
en tres provincias, que son Barahona, Bahoruco e Independencia.
El tercer tema, Promover el desarrollo como el desarrollo de
la gente, donde el crecimiento económico sea un medio, y no el fin.
Aquí lo fundamental no es simplemente describir el desarrollo deseado
con enfoque de Desarrollo Humano, lo cual es muy fácil, sino promoverlo y
practicarlo. Y como el último informe sobre Desarrollo Humano de Barahona
indica que nuestro Índice de Desarrollo Humano -IDH-es MEDIO BAJO, habría que
garantizar que cada año mejore significativamente. Esto es, que a la vez que
mejore el ingreso per cápita, mejoren también los indicadores de salud y
educación. De no ser así, estaríamos “echándole manteca a carne gorda”.
El cuarto tema es,
Vigilar el cumplimiento de las responsabilidades del Estado, tanto del
Nivel Central como del Local.
La experiencia de toda una vida nos enseña que los
funcionarios públicos (de cualquier partido) son muy bondadosos a la hora de
prometer, pero tacañísimos en la ejecución. En el Consejo de Desarrollo
Provincia de los años 1997-2000, a solicitud del Gobierno, se consensuaron 12
obras para toda la provincia, pero nunca se ejecutaron.
Esta y otras experiencias similares con el Gobierno Central,
Ayuntamientos y Distritos Municipales, nos enseñan que debemos incorporar “a
las masas” a esta lucha por ver a Barahona donde soñaron nuestros ancestros.
Debemos, pues, motivar a todos los Gobiernos Locales a que creen Consejos de
Desarrollo Municipal donde estén integrados los principales actores locales, y
en su seno, Planes de Desarrollo
Municipales que articulen las acciones de desarrollo locales al PLANBÁ.
Así, “con fuego por arriba y por abajo, como la arepa”, se
cocería mejor y más temprano el desarrollo anhelado.
PLANBÁ: Un sueño, una idea, un esfuerzo que debemos apoyar.
Reviewed by Emma Pérez
on
enero 24, 2014
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