En virtud de las derrotas a lo interno
del PRD que se le han propinado a Hipólito Mejía y su sector, así como en las
pasadas elecciones, en una desesperante y descabellada iniciativa, según estos
sectores, desde el día de hoy “inician una oposición al Gobierno legítimo del
PLD, en busca de las reivindicaciones en favor del pueblo”. De ese pueblo que
él masacró y olvidó siendo presidente.
Con esa falaz propaganda Hipólito Mejía
busca de manera irresponsable obtener un protagonismo que no tiene, porque ni
él, ni su grupo, tienen las calidades para pedir reivindicaciones, puesto en su
desastroso y azaroso gobierno del 2000 al 2004, sumió al país en la más
espantosa miseria jamás vista en la historia republicana. Los indicadores
económicos del país fueron los únicos negativos en la región.
Se convirtió en un pichón de dictador;
no respetó ni siquiera dentro de sus funcionarios el disentir y fueron muchas
las acciones que Hipólito emprendió de manera abusiva en contra de quien
disentía, inclusive “mandándolo a buscar preso”, violándole sus derechos
fundamentales; violando la Constitución; Violentando la libertad de expresión y
de difusión; en fin, actuó como Bucaram y ahora pretende ser el defensor del
país, sobre el cual defecó y lo convirtió en un estercolero, cuyo hedor todavía
estamos padeciendo, debido a sus
desacertadas políticas de Estado, cuya figura jurídica para él no existió y el
cual convirtió en un perfecto relajo. Se olvidó de los pobres, no invirtió en
la educación, ni en la salud, ni en la seguridad ciudadana, ni en nada que
beneficiare al país, quebró bancos y negocios, agravó la situación del sistema
eléctrico, descuartizó las Fuerzas Armadas, no combatió el narcotráfico ni la
corrupción y muy por el contrario protegió y aupó a sus funcionarios corruptos,
mientras a los pocos serios y honorables les castigó; convirtió la figura del
presidente en un relajo, siendo por ésta causa la burla y hazme reír del mundo.
Como a Hipólito Mejía le gusta mucho
copiar, como copió en su paso por las riendas del Poder Ejecutivo de Abdalá Bucaram,
pretenderá hacer lo mismo que en Venezuela, a ver si pega una; sólo que, aquí
no hay petróleo ni gas natural que les interese a las transnacionales, ni hay elementos
del poder económico conspirando ni desde adentro ni desde fuera, ni de otras
grandes potencias que quieran subvertir el orden constitucional dominicano.
Aquí como en Venezuela queremos seguir viviendo en paz.
En vista del declive de Hipólito, quiere
embarcarse en aventuras politiqueras y demagógicas y por estas razones se ha
desesperado, porque los números no le cuadran. El dejó el campo y todo hecho un
desastre en su fatídica administración y ahora quiere salirse con las suyas,
pero el tiro le saldrá por la culata.
Así como actuó con irresponsabilidad
frente a la cosa pública, sus andanzas politiquera van en esa misma dirección y
lo más penoso, que siendo Agrónomo sumió al campo y al aparato productivo
nacional en una espantosa crisis, llegando al descarado extremo de quemar
arrozales, para él y sus empresas beneficiarse de la importación del arroz; ahí
están los hechos que no se pueden borrar; ahí están todas las descabelladas y
fallidas actuaciones de un hombre que llegó a la conducción de la presidencia
del país para hacerlo retroceder desde todos los ángulos y variables, sumergiéndolo
en un atraso de más de veinte años y así pretende tener calidad para reclamar,
aunque como ciudadano tenga ese derecho; derecho que él no le respetó a los
demás cuando fue Presidente de la República.
Tenemos el derecho de disentir y
expresarnos dentro del marco de la ley y el respecto a los derechos de otros,
nuestras opiniones y puntos de vista; pero, también el deber de hacerlo con
razonabilidad, dentro de la más estricta línea de la sensatez y no con la única
esperanza de pescar en río revuelto y propiciar desórdenes bajo una mascarada reivindicativa,
ni bajo una telaraña de mentiras estratégicas, de tácticas desfasadas y con el
único objetivo de crear desasosiego, alterar la paz pública y pretender ganar
la notoriedad y el liderazgo que no ostenta.
Si Hipólito se cree líder, que resuelva
su situación dentro del PRD; pero como está derrotado, quiere iniciar acciones
en otros escenarios para tratar de llenar su vacío y mitigar su sed de
liderazgo. Que espere el 2016 para que lance su candidatura presidencial, la
cual quizás el Diablo le aceptará en su partido o como su vice.
Hipólito Mejía: La Búsqueda Pretensiosa de un Engañoso e Insensato Protagonismo
Reviewed by Emma Pérez
on
marzo 02, 2014
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