Muere científico Democrático

POR DAVID VOLQUEZ

Andrés María Guerrero Arias, lo conocí en 1966, en el Politécnico Loyola de San Cristóbal. Aquel adolescente calibrador y tabla  de matematica científica en manos, semi-interno, todos los días se trasladaba desde Nizao en la guagua Ford que recogía todos los estudiantes de Baní. 

         Aquel adolescente, llamaba la atención dentro de los jóvenes maduros, con pasos firmes y cuerpo enjunto, era la comidilla de los internos del Politécnico, al ser calificado como el más joven y de las mejores calificaciones históricas hasta 1970, en que se graduó de perito industrial.

         La generación post-revolución de abril del 65, que ingresamos al Politécnico, archivamos la figura de ese adolescente, muy organizado, bien vestido, con la estima alta y respaldado por sus padres, burgueses agropecuarios de Nizao.

         10 años después de graduado, en 1980 lo encuentro trabajando en las mejores compañías de informática y cibernética, siempre humilde y solidario, en ese mismo año nos encontramos, formando parte de los comités especiales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), estructuras que Juan Bosch calificó, como el trabajo más delicado, era en el seno de multinacionales e instituciones estatales., para el seno del pueblo tenia los necesarios.

         En su residencia, ubicada en la Avenida Sarasota, en la parte posterior del Hotel Embajador, en la segunda planta, debajo había una farmacia, y compartía con su esposa Ingeniera Bernarda Castillo, el amor de su vida, quienes “nunca cambiaron su juicio por brillo”.

         Se separaron, para luego juntarse y procrear a su hija única Derisse. Resido aquí en Barahona, frente al local de la Cruz Roja, informándome de un grave accidente, llamo a los pueblos vecinos para conocer las consecuencias. Al regresar los socorristas dan cuenta de unos ingenieros en el accidente, me dan los nombres y encontré a esta pareja de investigadores Guerrero Arias, con dos doctorados (PHD) y ella con uno, el primero trabajando como Consultor en el Ministerio de Economía y Desarrollo y ella con 10 años dirigiendo el antiguo INDOTEC, hoy Instituto de Investigación en Bio-Tecnología e Industrial (IIBI).

 El domingo en la tarde regresaban de darle continuidad a sus trabajos sobre los cactus para uso alimenticio y medicinal y la uva de Neyba, acompañados de su única hija y su novio Rafael Eduardo, así murió este hombre excepcional y su hija.

Debo incluir la muerte repentina del joven Peledeista graduado en el Politécnico de Ingeniero y pendiente de Maestría, sobrino nuestro Saúl Vólquez Gómez, quien murió de un infarto mientras dormía, en paz descansen estos jóvenes sacrificados por la Patria.