Hay un consenso generalizado en toda la Región Enriquillo:
la Presa de Monte Grande es la obra prioritaria
número uno del Valle de Neyba. No se trata de una autopista, un Metro,
un parque de diversiones o una serie de elevados. Hablamos de una infraestructura
que generará mucha riqueza, mucho empleo y atraerá inversiones.
La puesta en marcha de Monte Grande y su
sistema de canales y generación eléctrica, estimulará nuevas agroindustrias, clústers de exportación,
cooperativas de productores y asociaciones
de pescadores. También creará nuevas rutas comerciales que llevarán y traerán
mercancías de origen agrícola, industrial, del hogar y de consumo general.
Los medios de comunicación de nuestra región y la prensa
nacional, en diferentes ocasiones han
revelado que la Presa eliminaría las graves inundaciones que por siglos
arruinaron los productores agropecuarios del Valle de Neyba. Con la seguridad
de que no perderán sus cosechas, los agricultores y ganaderos mejorarán sus
fincas y predios, por lo que aumentarán las inversiones y la generación de
empleos. Son múltiples y diversificados los efectos multiplicadores positivos
que impulsa la construcción y puesta en marcha de este complejo
hidráulico-productivo.
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Ya se ha divulgado que junto a la obra principal se
construirán una serie de canales y se repararían los existentes, a los fines de
aumentar el área bajo riego, lo que incrementará la productividad de
productores agropecuarios que estarían siendo entrenados en nuevas técnicas de
regadío.
Los estimados preliminares contemplan incrementar la
superficie regada de 375 mil tareas a 545 mil tareas, es decir, que tendremos
unas nuevas 170 mil tareas en producción. Esto
posibilitará que la producción agrícola pasará de unas 800 mil toneladas
métricas, a casi 2.4 millones de toneladas métricas. Los rubros que tendrán
mayores niveles de producción serían plátano, caña, frutales y vegetales, todos
excelentes generadores de ingresos y empleos.
Es relevante mencionar que en el embalse de la presa pueden
desarrollarse jaulas para la crianza de diferentes especies de peces y
camarones, lo que contribuye al combate de la miseria que azota muchos
lugareños. Debemos recordar también que este embalse y su entorno reforestado
será un atractivo turístico.
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Por consiguiente, de lo que se trata es de una obra de gran
impacto económico y social en una de las zonas más deprimida económicamente de
la República Dominicana. Se trata de centenares de miles de dominicanos y
dominicanas que desean una vida digna, hogares dignos y trabajo digno. El
reciente Mapa de Pobreza del país, elaborado por el Ministerio de Economía,
Planificación y Desarrollo, revela que muchas de las carencias nacionales se
concentran en la Región Enriquillo.
Es bueno recordar que los habitantes del Valle de Neyba
fueron pacientes cuando se les dijo que después que se realizaran una serie de
reparaciones en las presas de Sabaneta y Sabana Yegua, le tocaría “su turno” a la Presa de Monte
Grande.
Aunque determinados indicadores globales nacionales “han
mejorado”, en nuestro Sur nada ha cambiado. Por el contrario, aumentan los
flujos de jóvenes que huyen despavoridos de la miseria creciente que asola
nuestra región. La percepción de que las cosas no cambiarán y la ausencia de
perspectivas personales, explica la estampida de una juventud, especialmente la
de mejor formación. Esto significa un trágico proceso de descapitalización de
cerebros que en un futuro cercano harán
falta en estas zonas.
La gente de Barahona, Pedernales, Jimaní y Neyba , saludan y
se enorgullecen de las importantes obras de infraestructuras y urbanas que
actualmente el Gobierno realiza en las provincias hermanas San Juan de la
Maguana y Azua. También ven positivo que las planicies de ambas demarcaciones
sean objeto de nuevos programas de desarrollo, financiamiento oportuno y
programas financiados con fondos internacionales. También nosotros respaldamos
las nuevas obras que anunció hace pocos días el Ministro de Obras Públicas a
realizarse este año en San Juan de la Maguana. Sin duda alguna, las
reparaciones en las dos presas de la citada provincia, redundarán en incrementos significativos de la
producción de Azua y San Juan. Cambios económicos y sociales positivos se han
observado en estas demarcaciones en los últimos años.
Esta situación contrasta con lo ocurrido en varias zonas de
la Región Enriquillo. Actualmente está paralizada no solo la Presa de Monte
Grande. También están detenidos los trabajos de las carreteras Azua-Barahona y
Barahona-Enriquillo. Tampoco hay labor alguna en la construcción de los
Paradores de los Balnearios El Quemaíto y Los Patos.
Bahía de las Aguilas continúa en una especie de “limbo
jurídico” a pesar de los supuestos avances para derribar los obstáculos que se
interponen en la explotación sostenible
de sus recursos de mar y paisaje, lo que contribuirá a paliar las penurias de
miles personas que en Pedernales sucumben en la miseria más espantosa. Las ricas
tierras de gran potencial de la Sabana de Sansón, también aguardan la
asistencia gubernamental. La gente de Boca de Cachón tiene problemas con la
calidad del agua que consume, los asentamientos no arrancan y el hambre crece
en medio de lindas viviendas recién construidas, que algunos lugareños han
bautizado como verdaderas “jaulas de oro”.
La gente de Tierra Nueva, El Limón y los Pinos del Edén, también están
pasando penurias en medio-de lo que perciben-un abandono de las autoridades
oficiales y algunos legisladores de la provincia Independencia.
Retomando el tema central de estas notas, los sureños
tenemos la obligación de crear una poderosa coalición desarrollista en apoyo a
la reanudación de los trabajos de la Presa de Monte Grande. En esta
jornada, las fuerzas vivas de la Región
Enriquillo tienen la importante tarea de llamar la atención del Poder
Ejecutivo, del Poder Legislativo y de la comunidad nacional, sobre la
importancia estratégica que para centenares de miles de dominicanos, tiene esta
infraestructura hidráulica.
Hasta ahora, los sureños sólo hemos visto uno o dos
legisladores de la Región Enriquillo clamando por la reanudación de los
trabajos paralizados. Incluso, congresistas
de las provincias que recibirán los mayores beneficios de la presa, han
sido bastante tímidos frente a una obra de tanta importancia económica y
social, para aquellos que los llevaron a la posición que hoy ostentan.
De igual modo, los Blogs y otros medios electrónicos de
comunicación de las provincias de Barahona, Bahoruco e Independencia, deben
emprender una verdadera cruzada desarrollista en apoyo a la obra más importante
de la Región Enriquillo en la primera mitad del siglo XXI.
Monte Grande otra vez.
Reviewed by Emma Pérez
on
febrero 25, 2015
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