DESDE MI BUTACA: El periodismo en la era de Internet

Por Benny Rodríguez 

Estamos en la era de internet. Era del inmediatismo. En un contexto global que lo mediatiza todo. Era en que se crean situaciones inexistentes. 

Piensan, algunos, que internet ha sido un duro golpe para el periodismo, particularmente quien escribe, humildemente considera que más que una “perdición”, internet constituye una oportunidad, no solo para el periodismo en sí, sino para quienes ejercemos el oficio. Solo se requiere creatividad y responsabilidad.

Tampoco internet supondrá la desaparición del periodismo ni de los periodistas, como de alguna manera plantea Lluís Basseets, en su libro “El último que apague la luz, sobre la extinción del periodismo”. Muy por el contrario. 

La era del internet ha sido una oportunidad única que ha permitido la inclusión laboral de los y las periodistas. Antes no podíamos insertarnos en el mercado laboral si un medio no nos daba empleo. Sencillamente hacíamos nada. 

En estos tiempos, reflexionaba, en su reflexión del domingo 7 de enero el director de Listín Diario, Miguel Franjul, “el periodismo se ejerce en multiplataforma, apasiona a los editores, quienes han aceptado el reto de reinventar los periódicos tradicionales”. 

Por tanto, los profesionales del periodismo, no debemos tener miedo a la nueva ola global, pese a que han entrado nuevos actores y recursos, sino que, debemos esforzarnos en hacer un periodismo de calidad, llamativo, creíble, sobre todo, que genere confianza en la comunidad de lectores.

Tener cuidados y responsabilidad extrema en hacer un periodismo muy fino, que haga que los lectores te prefieran, por los contenidos que trata que le son próximos, de su entorno, le afectan o son de su cotidianidad. Ese periodismo debe ser muy responsable, sobre todo, porque los medios de difusión masiva tienen la particularidad de influir en el comportamiento de la gente. 

Evitar mediatizar los casos porque cuando un hecho se convierte en mediático, genera desconfianza y lo ideal es proceder, el periodista, a realizar las averiguaciones para exponer la verdad de los hechos, no la visión que podamos particularmente tener, no lo que pensamos o sentimos los periodistas o los dueños del medio, sino la realidad del caso.

El buen periodismo en tiempo de internet requiere de contrastar las fuentes, no en tratar de dar la primicia de un determinado hecho, como hemos planteado lo que procede es averiguar e investigar para entonces sí dar el palo periodístico.

El periodismo en la era de internet no puede prestarse a difundir información que no resulte confiable para ganar lectoría, sino en realizar un trabajo que contribuya con la sociedad y oriente correctamente a la población.

Haríamos un flaco servicio cuando damos crédito, por ejemplo, a la nota de voz enviada a través de WhatsApp, en que se advertía no consumir agua porque nacionales del vecino país envenenaron el acueducto de la zona costeña, generando alarma y pánico innecesario a la comunidad.

No hacemos buen periodismo, muchos menos informamos mínimamente a los ciudadanos y ciudadanas que habitan, no ya en las aldea global, como lo dijo el filósofo canadiense Marshall McLuhan, sino los que ahora viven en las “ciudades globales”, lo nuevo acuñado por los teóricos de la comunicación.

El periodismo, en la era de internet, requiere de mayor dosis de responsabilidad, de transparencia y de honestidad, porque es la única manera de poder decir: es una oportunidad para el periodismo las nuevas herramientas tecnológicas y no un peligro. 

El autor es periodista, egresado UASD, Sec. Gral Colegio Dominicano de Periodistas Barahona.