Horror entre España y Pedernales





POR SANTO SALVADOR CUEVAS

Casi al unísono pero en lugares muy distantes, dos acontecimientos estremecen las entrañas sociales de España y República Dominicana.

En el primer caso, nacionales haitianos le arrebatan la vida con heridas punzantes a una pareja de esposos, cuyo móvil según la perspectiva de la cosa- ha sido el robo.

Un caso horrendo y cruel en que una pareja de gente laboriosas pierden la vida de manos de vulgares asesinos y delincuentes amigos de lo ajeno.

En el segundo caso, un niño de 8 años en España es fríamente asesinado por manos de la pareja del padre, la bestia Ana Julia Quezada, oriunda de República Dominicana pero radicada desde hace un tiempo en aquella metrópoli de Europa.

La sociedad española ha sido estremecida, los gritos por justicia se han dejado escuchar en las voces de todo el pueblo humilde, hasta el más encumbrado ciudadano, incluido el rey y el presidente Mariano Rajoy de España.

Ante esos casos despreciables y asqueantes debemos puntualizar dos cosas:

1. Lo que hace asesinos a los haitianos en Pedernales y a Ana Julia Quezada en España, no es su nacionalidad, es decir, no son asesinos por que sean haitianos o dominicanos, son asesinos despreciables por los hechos que cometieron y se le imputan.

Ana Julia no es asesina por que sea Dominicana o haitiana, es asesina por el crimen del niño Gabriel Cruz, así mismo, lo que hace asesinos a los haitianos en Pedernales no es su nacionalidad, sino el asesinato que cometieron contra la pareja de esposos.

2. En España la muerte del niño Gabriel ha sido más impactante que los asesinatos o el caso de Pedernales, tal vez por la acogida que le dio la prensa madrileña y por el seguimiento paso a paso del proceso investigativo por la aparición del niño Gabriel.

Ambos casos fueron esclerecidos, tanto en España como en Pedernales, pero fíjese del tratamiento que ambas sociedades dan a ambos casos.

En España a ningún español se le ocurrió asociar a todos los inmigrantes dominicanos con la muerte del niño Gabriel. No.

Toda España pide a grito que Ana Julia Quesada arda en el infierno, pero ningún dominicano ha sido agredido ni vejado, ni se le ha dado un ultimátum para que salgan del territorio español.

En cambio acá en Pedernales en cada migrante haitiano que ven observan al asesino de la pareja, y los insultan, los vejan, les agreden, les acosan, les hieren (física y moralmente), y -no conformes- le emplazan a salir en 24 horas del territorio nacional.

Como dominicano que soy, con los mismos derechos constitucionales del que más, fijo mi posición ante el problema migratorio:

a) Rechazo la invasión pacifica y masiva que de manera abrumada y desordenada llevan a cabo los inmigrantes sobre todo haitianos por todas las ciudades del territorio nacional.

b) Apoyamos el proceso de regulación llevado a cabo por el Gobierno frente a la presencia de los inmigrantes en el país.

c) Rechazamos el trato inhumano, xenófobo y salvaje dado a los haitianos por seudos patriotas que se venden como defensores de la patria y que sus ancestros hicieron causa común con la tiranía y no hablaron ni dieron la cara cuando la Patria fue agredida por 42 mil marines yankis el 28 de abril de 1965: Patriotas de pacotilla.

d) Así como exijimos trato humano para los inmigrantes dominicanos en EE.UU., España, Puerto Rico y cualquier parte del mundo, de esa manera demando trato humano y justo para los inmigrantes en Santo Domingo, sean haitianos o no.

Que impere la ley y orden, no la xenofobia y el odio.
Horror entre España y Pedernales Horror entre España y Pedernales Reviewed by Emma Pérez on marzo 14, 2018 Rating: 5
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