CUÁNDO TODO NOS HUELA MAL

 


Por Jenny Matos/Tomado de Noticiario Barahona

MARTES, 31 AGOSTO, 2021: Aconteció que un señor con cejas muy pobladas y copiosa barba estaba en el parque degustando una mazorca en una banca una tarde de verano. Unos cuantos granos caían al pavimento y las palomas se aproximaban a comer de los residuos que se desprendían.

Entre tanto, con apatía el Señor ahuyentaba y maldecía de forma brusca a las aves y pateó una violentamente. En eso, asustadizos los emplumados decidieron revolotear por encima del hombre a espera de una oportunidad para alimentarse, y la pateada en venganza le hace un “regalito aéreo”, defecándose en él, cayendo en las cejas y barba, deslizándose por los pelos. Como sus ojos estaban cerrados mientras comía, no se percató del suceso y el desecho se coló escondiéndose en su interior. De repente el Señor abre los ojos y olfatea el maíz y dice: —Esto si huele feo—y lo tira a la basura.

Va donde el vendedor y compra otra, y vuelve a olisquear y dice lo mismo, la devuelve y empieza a olerlas una tras otra y se va a regañadientes sin pagar, ya que todo le apestaba a excremento.

En el camino movía la nariz olfateando en todas direcciones y mientras el viento agitaba, todo a su alrededor estaba hediendo, sintiéndose nauseabundo y con fuertes arcadas vomitivas. Tenía el estómago revuelto de tan asqueado que se sentía.

Llega a la casa y la hija le sale al encuentro y lo besa, y él la empuja y le dice: —Hueles a pestilente materia fecal, cosa que hirió profundamente a su hija, hasta hacerla llorar encerrada en su habitación.

Luego vino el perro alegre moviendo la cola y jadeante se le fue encima, la húmeda nariz perruna buscaba el olor fuerte entre los pelos del amo, confundiéndose con su propio pelaje y el hombre le soltó en el acto, ahuyentándolo de forma abrupta.

Su anciana madre con pasos lentos intentó ir a su encuentro y con su nariz parada de sabueso a lo lejos creyó divisar el aroma y la detuvo en el acto: —Mamá, mamá, vengo ahora, quédate tranquilita en ese sofá. La vieja que conocía en mal carácter de su hijo lo dejó quieto en el acto y se dirigió a la cocina a prepararle un té de tilo, para sus alterados nervios.

En eso entra la esposa y cariñosamente lo abraza y también la empuja y le espeta a secas: — ¡No sé qué perfumes traes hoy, que hueles a puro estiércol! La señora se molesta y le proporciona una tremenda bofetada, el hombre da tres volteretas por el fuerte impacto, se lleva las manos a la cara y luego a las narices y dice: —Hasta yo huelo a heces fecales. Va corriendo al lavabo, se rebusca al espejo y ¡Eureka! Tremendo paquete tenía entre los pelos de la cara. Se lava y solo entonces reflexiona: — ¡Caray!, lo fétido lo tengo yo y he acusado a todo el mundo.

Moraleja: Cuando todo nos huela feo, debemos revisar mejor, quizás esa “caca” que tanto nos molesta en otros, está en nuestras propias narices y no en las personas que mal juzgamos. Son nada más y nada menos que las cachetadas de la vida que nos lleva a realizar una parada frente al espejo y revisar nuestros propios malos olores. Así que, en ocasiones es mejor estar golpeados “por una situación determinada” que llenos de M… y proyectar nuestras miserias en simples inocentes que se han cruzados con nosotros en medio de nuestras pestilencias y mezquindades. Debemos lavarnos bien, para oler mejor a los demás y por supuesto, dejar de estar dando patadas a todo el mundo. La paloma pateada en “venganza” nos puedes hacer una tremenda embarrada.

CUÁNDO TODO NOS HUELA MAL CUÁNDO TODO NOS HUELA MAL Reviewed by Emma Pérez on agosto 31, 2021 Rating: 5
Con la tecnología de Blogger.