Tamayo-Bahoruco.– Más de 250 agricultores organizados en la comunidad de Arroyo Seco, en este municipio, denunciaron un intento de despojo de más de 30 mil tareas de tierras agrícolas. Esto, según dicen, bajo el alegato de una supuesta concesión minera en favor de sectores empresariales foráneos.
Los denunciantes, agrupados en la Asociación de Agricultores La Buena Esperanza de Arroyo Seco, encabezada por su presidente Ernesto de los Santos González, solicitaron al Gobierno central y a las autoridades competentes intervenir con urgencia ante lo que consideran un “abuso de poder” y una amenaza directa a sus medios de vida.
Expresaron, personas vinculadas a la empresa Cementos Cibao, entre las que mencionan al empresario José Capellán, a Julio Cabral (conocido como "Pejecito") y al mayor general retirado Pedro de Jesús Candelier, incurren en acciones hostiles como la destrucción en dos ocasiones del local donde se reúne la asociación, con el uso de equipos pesados y causando daños por miles de pesos.
Además, denunciaron excavaciones profundas, lanzamiento de materiales ajenos al terreno y el deterioro intencional de las tierras, con la supuesta intención de justificar una actividad minera que, según ellos, no corresponde a la realidad de la zona.
“Estos terrenos no tienen mina alguna. Lo que están haciendo es traer materiales desde otras explotaciones para simular que aquí hay actividad minera, cuando en realidad estas tierras son de vocación agrícola”, aseguró De los Santos González.
Asimismo, señaló que han recibido amenazas, especialmente por parte del exoficial Candelier, a quien responsabilizó de cualquier eventual agresión contra miembros de la asociación.
Asentamiento de Arroyo Seco
De los Santos recordó que los terrenos en disputa corresponden al antiguo asentamiento del pueblo de Arroyo Seco, donde por décadas vivieron decenas de familias antes de ser trasladadas a Fondo Negro.
> “Quieren apropiarse de estas tierras usando como excusa una concesión minera que no aplica, porque aquí lo que hay son agricultores y producción. No permitiremos que nos despojen de nuestras tierras”, afirmó con firmeza el dirigente.
Por su parte, Jorge Luis Mesa, otro de los líderes comunitarios, aseguró que el interés detrás del conflicto radica en el paso de los canales de la presa de Monte Grande por estos terrenos, lo que elevaría su valor estratégico y económico.
“Si José Capellán quiere tierra, que la busque en La Vega. Estas tierras son nuestras y no cederemos ni un palmo”, expresó Mesa. Agregó que nuevamente les destruyeron la enramada que sirve de punto de reunión a la asociación, causando pérdidas en más de 200 hojas de zinc.
Piden ayuda para evitar el despojo
Mesa hizo un llamado enérgico a las autoridades de la provincia Bahoruco, al Ministerio de Medio Ambiente, a la Dirección General de Minería y al presidente de la República, para que investiguen a fondo los permisos otorgados en la zona y garanticen el respeto a los derechos de propiedad del campesinado.
“No somos violentos, pero tampoco aceptaremos que nos quieran desalojar con métodos de terror. Trabajamos estas tierras desde hace décadas y no tenemos otro lugar donde producir”, concluyó.
Los agricultores reiteraron su compromiso con la defensa de sus tierras y aseguraron estar dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias legales para proteger lo que consideran el sustento de sus familias y el patrimonio de la comunidad de Arroyo Seco.
Por Jeidys Pérez
