Por José Antonio Matos
48 años hacen ya, de un grito en voz de llamado a la
patria, despertó sentimientos hacia los mejores valores, para enfrentar la
amenaza de tan anhelada libertad tronchada por la asonada militar y extranjera que cercenó el
orden constitucional instaurado por el pueblo dominicano, expresado en las
urnas en las elecciones del año 1962, específicamente, el 20 de diciembre, en
que el profesor Juan Bosch fue electo presidente constitucional con el 58.7%.
La voz fue, la del joven dominicano José Francisco
Peña Gómez, al través del programa Tribuna democrática del Partido
Revolucionario Dominicano, ¡pueblo dominicano, a las calles!, fuel el grito
libertario, que despertó el sentimiento patrio, levantado en su favor,
militares que a pesar de su formación militar del sistema, que no era
precisamente democrático, escucharon su verdadero espíritu, el que tiene todo
humano que no deja que el dolo y los contravalores materiales lo ahoguen.
Uno de los militares casados con la gloria fue el
coronel Francisco Alberto Caamaño Denó, a quien le tocó la responsabilidad de
asumir un liderato bélico, junto a otros no menos valiosos, terminando él,
Caamaño, juramentado como presidente constitucional del gobierno mas valiente y
audaz que haya tenido la patria, que resistió los poderes imperiales del norte,
con una criminal intervención militar, ascendente a 42 mil marines bien
armados, contra un pueblo heroico
confinado en una estrecha margen de la capital, pero con una cantera
interminable de moral y dignidad.
Entre esas figuras dignas de la patria, puedo recordar
a nuestro padre don Néstor Matos, que en
su condición de senador de la
república por la provincia Bahoruco, dio su voto para la consagración de la constitucional
presidencia histórica de alrededor de cuatro meses del coronel de abril, el
coronel Francis Caamaño, como le decía el profesor Juan Bosch.
Recordamos, en términos personales, pasajes y figuras
de esa gesta histórica, recuerdo acciones , mítines y reuniones en que me llevó
mi padre, con apenas 11 años, en una estadía que hicimos allá de 28 días, en la
cual, vimos por ejemplo al alto militar, Montes Arache, plagado de hematomas en
diferentes parte de su cuerpo por los pinchazos que le pegó una Cactácea
(cayuco), en una operación militar del conflicto, al usar sus enormes
habilidades de “Hombre Rana”, recuerdo un enorme mitin de los hombres de la
izquierda, en el frente del altar de la patria, con incidencia visible del
movimiento 14 de junio, que pedían paredón para un compañero que en un
altercado personal cegó la vida del único tanguista que tenía la revolución,
recuerdo el gran mitin encabezado por el coronel Caamaño en la fortaleza Osama,
vestido de caquis y sombrero crema, yo parado próximo detrás de él y al lado de
mi padre vi vibrar de aplausos la presencia saludos y palabras del presidente
Francis.
Recordamos a don Néstor Matos Rocha, mi hermano, en su
estadía en lo constitucionalista, con apenas rango de segundo teniente y
segundo odontólogo de Neiba, llegado a la zona revolucionaria vestido de mujer,
después de haber salvado la vida desde
la fortaleza de Neiba y luego de Jimaní, hacia donde fue enviado para
eliminarlo, recuerdo a nelito mi tío, golpeado a más no poder por los militares
traidores en aras de que diga en que lugar tenía escondidas las supuestas armas
el senador Néstor Matos, recordamos a Juan matos, a FEDE y a Chemín, a Alonzo Pérez Jiménez, a Vinicio, a Fana, a Danilo el
Piloto y a Rafael el Buzo, recordemos al
combatiente desconocido, honrémosle haciendo mención, para que los valores
patrios no sean borrados, cada uno de ellos tiene su historia y significación.
En conversación con el eminente cardiólogo e
intelectual brillante, doctor Ismael Batista, anoche en Barahona, fui corregido
en cuanto a la valoración que hacemos de esta gesta gloriosa, la cual nombramos
como la segunda restauración de la patria, Ismael nos corrige por considerar
que el cometido no se logró, debido a que la intervención sigue y cada vez más
acentuada, estamos contestes con estos conceptos, pero nuestra valoración es en
sí por el hito histórico que ella representa, no importan los resultados
parciales, similar a la proclamación de la patria, el 27 de febrero del 1844,
desencadenándonos de una ocupación Haitiana de 22 años corridos, para luego
encontrar la ignominia de Santana y su anexionismo, la patria siguió para luego parir otros héroes entre
los que surge el gran Luperón.
Los hechos trascendentes dejan su impronta, cual
tubérculo en el subsuelo, que arriba le crece el follaje y maleza, mientras
ellos crecen, y… ¡de qué manera!
Hace 48 años.
Reviewed by Emma Pérez
on
abril 24, 2013
Rating: