La Viuda de Caamaño.

POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.

En el día de hoy, conocimos de cerca a  la señora Vicenta Vélez viuda Caamaño, con  un discurso pausado y aparentemente parco, inició sus palabras frente a un nutrido público integrado mayoritariamente por estudiantes de edades oscilantes entre los 15 y 17 años del liceo secundario Manuel de Jesús Galván, del municipio de Neiba.

Fue una verdadera cátedra de moral y patriotismo la que escuchamos en este día, datos históricos y detalles nuevos de los hechos y momentos de la vida del presidente constitucional de la republica dominicana, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, desde los inicios de su vida hasta la hora final en las montañas de Ocoa, el 16 de febrero del año 1973.

Fueron tantas emociones las que arrancó esta ilustre dominicana a los jóvenes y mayores que asistimos al evento, pacientes y atentos la  escuchamos, que más que esposa del gran héroe nuestro, parecía una compañera de combate, con asaltos de lágrimas en su despiertos ojos nos vibraba de emoción a todos los presentes, por lo cual nos motivamos a relatar una anécdota del levantamiento estudiantil en aquel febrero, cuando anunciaron la presencia del coronel, vestido de guerrillero aquel 2 de febrero, 1973, lo encabezamos un grupo de estudiantes, entre los que se encontraban José Joaquín Matos Peña, Rafael Peña, Moneno, Alexis Orlando, Julio Néstor Matos, entre muchos otros, con la única arma, el paro estudiantil, lo cual pagamos con cárceles, la mayoría, quien suscribe cayó en dos ocasiones por 9 días.

Esta viuda que escuchamos hoy, más que una viuda, en su interior parece una casada eterna con los ideales patrios, que por tanto no es viuda, porque su patria vive, la misma con que se casó el coronel de abril.