Aquel 22 de septiembre de 1998, con vientos de hasta 200 km/hora, lluvias intensas y prolongadas causantes de crecidas y desbordamientos de ríos y represas en las regiones Este y Sur, afectando directa o indirectamente las provincias orientales y el Distrito Nacional, Georges con categoría 3, cobró la vida de 235 personas, y obligó a que 296,637 personas fueran llevadas a albergues.
Los daños tocaron a miles de viviendas, acueductos, escuelas, puentes, carreteras, redes de energía, comunicaciones, así como al comercio, la industria y el ambiente.
Tras el paso del fenómeno natural, el expresidente Leonel Fernández, mandatario para la fecha, aprobó un plan nacional de reconstrucción, así como asistencia a las familias y personas afectadas.
Debido a la magnitud del impacto de este huracán sobre el sector de la salud, y a la necesidad de conocer, para un mejor tratamiento futuro, las respuestas inmediata y mediata del sistema sanitario nacional, el país inició la conformación de un marco jurídico amplio sobre el tema de prevención de catástrofes naturales.
Es por esto que el 13 de abril de 2000 se modificaron los artículos 3 y 4 del decreto 2784 de 1981, a través del decreto 159 del 13 de abril del 2000.
Este proceso fue continuado por la ordenanza presidencial 360 del 14 de marzo de 2001, la cual creó el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). A ésta le siguieron el decreto 361, también del 14 de marzo de 2001, con el que se nombró a representantes permanentes de instituciones ante la Comisión Nacional de Emergencia.
El decreto 487 del 1 de mayo de 2001 estableció que la Comisión Nacional de Emergencia sería presidida por la Defensa Civil. Los decretos continuaron con el número 715, del 5 de julio de 2001, que crea la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie).
Aquel 22 de septiembre de 1998, con vientos de hasta 200 km/hora, lluvias intensas y prolongadas causantes de crecidas y desbordamientos de ríos y represas en las regiones Este y Sur, afectando directa o indirectamente las provincias orientales y el Distrito Nacional, Georges con categoría 3, cobró la vida de 235 personas, y obligó a que 296,637 personas fueran llevadas a albergues.
Los daños tocaron a miles de viviendas, acueductos, escuelas, puentes, carreteras, redes de energía, comunicaciones, así como al comercio, la industria y el ambiente.
Tras el paso del fenómeno natural, el expresidente Leonel Fernández, mandatario para la fecha, aprobó un plan nacional de reconstrucción, así como asistencia a las familias y personas afectadas.
Debido a la magnitud del impacto de este huracán sobre el sector de la salud, y a la necesidad de conocer, para un mejor tratamiento futuro, las respuestas inmediata y mediata del sistema sanitario nacional, el país inició la conformación de un marco jurídico amplio sobre el tema de prevención de catástrofes naturales.
Es por esto que el 13 de abril de 2000 se modificaron los artículos 3 y 4 del decreto 2784 de 1981, a través del decreto 159 del 13 de abril del 2000.
Este proceso fue continuado por la ordenanza presidencial 360 del 14 de marzo de 2001, la cual creó el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). A ésta le siguieron el decreto 361, también del 14 de marzo de 2001, con el que se nombró a representantes permanentes de instituciones ante la Comisión Nacional de Emergencia.
El decreto 487 del 1 de mayo de 2001 estableció que la Comisión Nacional de Emergencia sería presidida por la Defensa Civil. Los decretos continuaron con el número 715, del 5 de julio de 2001, que crea la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie).