POR ROBERTO RODRIGUEZ MARCHENA
1/6 Construir una estrategia comunicacional y acciones desde la perspectiva de una amenaza haitiana es un disparate y una temeridad; es asumir una estrategia confrontacional con el pueblo haitiano.
Hay que cuidar el relato diplomático hacia los pueblos dominicano y haitiano.
2/6 No se puede partir de que República Dominicana está en peligro para formular la política hacia Haití, sino de como podría ser útil nuestro país y sus instituciones a la pacificación y mejora de las condiciones de vida y de negocios de los haitianos.
3/6 Para República Dominicana de lo que debería tratarse es de ayudar dentro de una acción de la comunidad internacional y prestar su colaboración para que el gobierno y pueblo haitianos puedan encontrar el camino de la pacificación.
4/6 El pueblo haitiano, empresas, instituciones, y familias, debe ser el centro de la preocupación del pueblo dominicano ya que está siendo víctima de bandas y grupos paramilitares, gobierno e institucionalidad débiles.
5/6 Por supuesto que, como parte de las acciones que se derivan, la República Dominicana tomará las precauciones, como al parecer se están tomando en la frontera, para evitar ser indiferente y descuidado ante posibles éxodos, de agravarse la conflictividad en Haití…
6/6 Debe gestionar correctamente la presión migratoria y proteger a personas, instituciones y propiedades dominicanas.