Slavko Curuvija, propietario del diario "Dnevni Telegraf" y del semanario "Evropljanin", fue asesinado a tiros el 11 de abril de 1999 a la entrada del edificio en que vivía en el centro de Belgrado, durante el bombardeo de la OTAN contra Serbia por la crisis de Kosovo.
El exjefe de los servicios secretos serbios Radomir Markovic recibió la condena de 30 años por incitar al crimen, y el antiguo jefe del centro belgradense de los servicios, Milan Radonjic, también 30 años por coautoría en el asesinato.
Según el comunicado de la Sala especial de crimen organizado del Tribunal Superior, fueron condenados a 20 años de prisión como coautores en el crimen Ratko Romic y Miroslav Kurak, este último prófugo contra quien pesa una orden de busca y captura.
Markovic cumple ya una condena de 40 años por el asesinato, en 1999, de otros cuatro opositores a Milosevic, y por la muerte, en 2000, del expresidente serbio Ivan Stambolic.
Radonjic y Romic están en arresto domiciliario.
Esta condena de primera instancia, que puede ser recurrida, fue pronunciada tras un nuevo juicio, repetido por decisión del Tribunal de Apelaciones por unos errores en el anterior proceso, concluido en abril de 2019.
Según la acusación, el motivo principal del asesinato fue político.
Los medios propiedad de Curuvija estuvieron entre los más penalizados por una ley de prensa de aquella época que establecía elevadas multas para los medios "antipatrióticos".
En Serbia aún siguen si aclarar las muertes de otros dos periodistas, en 1994 y 2001.