El periodismo es una de las profesiones que más ha sido impactada por el avance tecnológico. Ahora no es simple y pasivo; más bien es amplio y dinámico.
Son muchos los que piensan que dicho impacto ha sido negativo pues ha provocado cierre de medios y otras amenazas. Sin embargo, el autor de estas líneas opina que ha habido un cambio altamente positivo, pues ha puesto en manos de los periodistas múltiples mecanismos que les permiten realizar una labor más fácil y excitante. (Ahora sus mensajes llegan más lejos y rápido, con el beneficio de que pueden inmediatamente medir si han tenido o no impacto en el público).
Los perjudicados hasta el momento han sido única y exclusivamente aquellos cuyos directores no supieron o no han sabido adaptarse a los cambios.
Los periodistas antiguos consideraban que para que un texto tuviera fuerza había que «desarrollarlo» y «fundamentarlo» profusamente. Ahora, resulta lo contrario: lo importante es sintetizarlo y utilizar la menor cantidad de palabras. (Al final de cuentas, la meta es comunicar el mensaje de la manera más rápida y clara).
Ya Twitter ha probado que con 280 caracteres se puede comunicar una idea. (Sin pretenderlo ni saberlo, Donald Trump provocó una revolución en las comunicaciones al demostrar que con mensajes sumamente cortos, se puede -para bien o mal- movilizar el mundo, al margen de las «grandes cadenas» y otros medios tradicionales).
EL PRINCIPAL RETO: ACORTAR LOS MENSAJES
En este preciso momento los comunicadores tienen muchos retos por delante. Deben tener muy en cuenta que estamos viviendo en un mundo «hipercomunicado»,pues nunca como ahora el ser humano había tenido a su alcance tantas formas y medios de comunicar sus ideas ni nuestro cerebro había recibido un bombardeo tan constante de mensajes. Ya no sólo son los periódicos, radio y televisión tradicionales sino también whatsapp, Instagram, Facebook, Twiter y demás redes. (Si vamos conduciendo nuestro vehículo saltan a nuestra vista cientos de vallas publicitarias al tiempo que escuchamos radio con otra diversidad de mensajes. Y constantemente suena la campanita que indica que ha entrado un nuevo escrito o nota de voz a nuestro celular).
En otras palabras: si deseamos que nuestra voz siga escuchándose en este congestionado mundo, debemos simplificar y acortar nuestros mensajes.
“LO BUENO, SI BREVE, DOS VECES BUENO”
La frase “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, cuyo autor es el escritor español Baltasar Gracián (8 de enero de 1601-6 de diciembre 1658), debería ser el norte de todo el que ahora redacta un texto.
Si “la distancia más corta entre dos puntos es la recta que los une”, debemos escribir siempre en “línea recta”, tratar de llegar de inmediato al punto final, es decir, llevar nuestro mensaje al público lo más pronto posible, sin perder tiempo