La pieza es autoría del senador de la provincia Duarte, Franklin Romero, y la misma dispone que la castración química será voluntaria, pero en los casos de reincidencia del delito, el tratamiento será obligatorio «al suponer que el individuo es un peligro para la sociedad».
El Tratamiento Hormonal Voluntario (THV) o castración química deberá ser acompañado de terapias psicológicas o psiquiátricas para el condenado, que deberán ser promovidas desde el Estado a través del Ministerio de Salud Pública y la Procuraduría General de la República (PGR).
«El Estado debe disponer la castración química a quienes lo soliciten voluntariamente mientras cumplen condena, previo tratamiento terapéutico y con informes médicos», establece el artículo nueve del proyecto, pero reiterando que la castración será obligatoria si se repite el delito cuando se cumpla la pena.