Para evitar confusiones con respecto al cierre de la frontera, el director interagencial del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), impidió que el grupo dieran un culto en territorio dominicano.
El grupo de evangélicos usaban una bandera blanca, mientras soldados del ejército que vigilaban no les dejaban avanzar.
Los religiosos mujeres vestidas con faldas negras, camisas blancas y los hombres igual, pero con pantalones negros, abrían sus brazos en señal de oración en el riachuelo de la división entre ambos países.
Estos grupos religiosos que residen en la comunidad de Anse-á-Pitre en otras ocasiones, ante el cierre de la frontera, cruzaban hacia este lado a celebrar su culto religioso.
La frontera continúa cerrada, y solamente se le permite el paso a todo el ciudadano haitiano que voluntariamente quiere regresar a su país, solo con sus pertenencias, con la seguridad de que se trasladen a su territorio sin restricciones, de acuerdo a la política migratoria.