Por Jesús Jarvis
Los dominicanos tenían sus emociones a flor de piel, algunos con sensaciones que nunca habían experimentado: sensación de amor, pasión, pero sobre todo, de felicidad, una felicidad que se mezclaba con los nervios, nervios que aumentaban con el pasar del tiempo, imposible era no apoyar a aquella joven.
Un pueblo que acoge fuertemente a sus atletas no podía quedarse de brazos cruzados, grandes pantallas fueron colocadas en puntos estratégicos para apoyar a “la suya”. Sectores populares se paralizaron solo para ver correr a una joven que las cámaras debían seguir tan rápido como si de una carrera de autos se tratase. Parecía que volaba.
Una copiosa lluvia caía sobre aquel terreno en París. Para los dominicanos parecía ser el inicio de un mar de complicaciones, la actuación de Paulino era puesta en oraciones y clamores que eran elevados por su pueblo.
Al fin, Paulino se presenta frente a las cámaras y en una sola voz todos se unen para darle impulso a la dos veces ganadora de plata durante los JJ OO Tokio 2020.
La orden fue dada y todas se preparaban para salir y romper el tartán posicionándose por todo lo alto; es ejecutado el llamado a la acción y Marileidy sale en la posición seis tomando fuerza en la primera curva la pantalla la posicionaba a casi un metro de distancia (+0.9m) por detrás de Salwa Eid Nasar de Baréin quien se encontraba en la posición uno para ser destronada tan solo cuatro segundos después (19.6s) por “La Gacela” dominicana.
En la euforia de la carrera, Aquiles Ramírez nombró a Paulino como “piernas de oro” tras vencer a su más cercana rival por un tercio de segundo y marcar un nuevo récord olímpico (48.15). Latinoamérica abrazaba desde la distancia a la nueva campeona.