Los siete policías deberán cumplir prisión en el centro de retención de militares de Operaciones Especiales, ubicado en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste.
Mientras que a los otros tres, se le impuso garantía económica, impedimento de salida y presentación periódica. A la civil Miguelina Bello Segura, le dictó prisión domiciliaria en su residencia en Pedernales.
Prisión preventiva en la Cárcel de Operaciones Especiales para: Coronel Narciso Antonio Féliz Romero: Encargado de la custodia de armas y municiones.
– Juan Miguel Pérez Soler: Subintendente de la Policía Nacional.
– Capitán Nelson Valdez: Responsable del depósito de armas, municiones y pertrechos.
– Segundo teniente Marino Antonio Rodríguez Toribio: Armero de la Dirección Regional Cibao Central.
– Cabo Juan Luis Díaz Medina.
– Raso Rubiel Martínez.
– Raso Moreibin Medina Pérez .
2. Garantía económica, impedimento de salida y presentación periódica:
– Capitán Víctor Manuel Santos: Auditor, deberá pagar una garantía económica de RD$3 millones.
– Sargento alcalde Miguel Ángel Gómez Espaillat: Obligado a pagar una garantía de RD$2 millones.
3. Arresto domiciliario:
– Miguelina Bello Segura, única civil imputada.
Acusaciones del Ministerio Público
El caso Pandora implica una compleja red de corrupción y tráfico ilícito de municiones, con participación de altos mandos y agentes de rango medio y bajo de la Policía Nacional. Según las investigaciones, los involucrados habrían sustraído las municiones aprovechándose de sus posiciones de confianza dentro de los depósitos y las áreas de custodia.
El Ministerio Público indicó que las municiones fueron desviadas hacia el mercado negro, afectando la seguridad pública y agravando la crisis en Haití, país donde se presume llegaron parte de los pertrechos. Las autoridades han calificado este caso como un ejemplo de cómo las redes internas pueden comprometer la institucionalidad de cuerpos de seguridad nacionales.
Antecedentes del caso
La Operación Pandora comenzó tras una denuncia interna en la Policía Nacional por irregularidades en el inventario de municiones. Las investigaciones, coordinadas entre el Ministerio Público y la Dirección de Investigaciones Criminales, revelaron un esquema sistemático de envío de municiones, en el que estaban involucrados tanto oficiales de alto rango como personales subalternos.
El nombre del caso, Pandora, hace referencia a la apertura de una « caja de sorpresas », aludiendo al impacto y alcance del descubrimiento en los círculos policiales y delictivos.
Próximos pasos
El Ministerio Público cuenta con un plazo para formalizar la acusación, mientras se profundizan las investigaciones. Paralelamente, se esperan acciones disciplinarias en el señor de la Policía Nacional contra los implicados.
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