Santo Domingo.-El presidente Luis Abinader respondió este lunes al pronunciamiento de la Conferencia del Episcopado Dominicano, que solicitó al Gobierno detener las deportaciones, especialmente desde centros hospitalarios, y poner freno al discurso xenofóbico contra ciudadanos haitianos en el país.
Abinader reconoció la importancia de las opiniones tanto de la Iglesia Católica como de los concilios evangélicos y aseguró que siempre se analizan sus recomendaciones. Sin embargo, fue tajante al explicar que la situación actual trasciende el debate migratorio tradicional.
"La situación actual en la República Dominicana va más allá de un sencillo problema migratorio. La situación en Haití es muy especial y, por esa situación tan especial, nosotros tenemos que tomar acciones, y hemos tenido que tomar y continuaremos tomando acciones extraordinarias para contener las presiones migratorias", afirmó el mandatario.
El
presidente subrayó que mantiene comunicación permanente con las iglesias y se
mostró convencido de que, al explicar el contexto y las 15 medidas ya
implementadas por el Gobierno, estas serán comprendidas.
El
pronunciamiento del Episcopado había generado debate nacional sobre el trato a
los migrantes haitianos y la responsabilidad estatal ante una crisis
humanitaria que desborda las fronteras. Abinader, sin rodeos, reiteró que la
magnitud del problema obliga a la República Dominicana a responder con
decisiones excepcionales.
