Madrid. EFE. Trece personas, la mayoría muy jóvenes y entre ellas varios latinoamericanos, perdieron la vida ayer al ser arrollados por un tren en la localidad española de Castelldefels, próxima a Barcelona, cuando se dirigían a celebrar la noche de San Juan en la playa.
El grave siniestro dejó además diez heridos, tres de los cuales se encuentran ingresados con pronóstico crítico, cinco permanecen en estado grave y dos han pasado a ser considerados heridos leves.
Entre los fallecidos han sido identificados los colombianos John Mauricio Osorio, de 33 años, y Jorge Eliécer Serrano, de 37, según informó el vicecónsul de Colombia en Barcelona, Ramón Jaller, en un comunicado de la Cancillería colombiana difundido en Madrid. Fuentes de la Embajada colombiana en España añadieron que ambos son originarios del Departamento de Tolima.
Por su parte, el cónsul general de Ecuador, Freddy Arellano, aseguró que hasta diez personas de origen ecuatoriano han denunciado que sus hijos no aparecen, aunque faltaría confirmar cuántos de ellos son víctimas del accidente de tren.
Arellano señaló que se tardará algunos días en saber con exactitud el número de víctimas ecuatorianas, tras apuntar que entre los muertos también pueden encontrarse “algún colombiano y algún venezolano".
“Las familias están destrozadas”, aseguró el cónsul, que recordó que la mayoría de las víctimas son jóvenes, de entre 18 y 24 años.
Solicitó, además, que no se atribuya el accidente la imprudencia de las personas que cruzaron las vías y que se espere a conocer los resultados de la investigación antes de aventurar conclusiones. A la espera de lo que determine la investigación judicial, todo apunta precisamente a que el accidente se debió a la imprudencia de los jóvenes que decidieron atravesar las vías saltando desde el andén y no utilizando los pasos subterráneos.