Mueren dos jóvenes al chocar passola con motor R-1 en la carretera Barahona-Paraíso

TEUDDY A. SANCHEZ.

BARAHONA.- Dos jóvenes murieron este martes al chocar dos motocicletas, una del tipo passola y otra Yamaha R-1, en las inmediaciones de la entrada a la playa Saladilla en la carretera Barahona-Paraíso, informó la Policía.

Los muertos fueron identificados por el mayor José de los Santos Pérez y Pérez, vocero de la Dirección Regional Sur de la Policía , como Luis Adolfo Richanson Acosta de 25 años y Edwin González Valerio de 24.

El oficial dijo que ambos murieron en el mismo lugar por politraumatismo, con desprendimiento de algunos de sus órganos de la mano y el cuerpo en sentido general.

Se dijo que el accidente ocurrió cuando González Valerio estaba probando una passola, junto a Richanson Acosta que viajaba en el R-1.

Se explicó que Richanson Acosta dejó a González Valerio que avanzara lo suficiente para ver la velocidad que alcazaba la passola, para luego el alcanzarla, pero el segundo después de recorrer una distancia doble en u, y fue embestido por la otra motocicleta.

El hecho ocurrió a menos de 100 metros de la entrada a la playa Saladilla, alrededor de las 6:00 de la tarde de este martes, donde personas que ejercitan observaron el hecho y dieron parte a las autoridades policiales.

Escenas de dolor, se vivieron, cuando al lugar llegaban amigos y familiares y observaban como quedaron los cadáveres de los dos jóvenes, cuyos parientes eran conocidos en esta localidad.

Richanson Acosta residía en la calle 30 de Mayo, mientras que González Valero en la José Cavallo numero nueve en el barrio Las Flores.

Al lugar se presentaron, el coronel Carlos Virgilio Féliz Suárez, el mayor Alcántara, el procurador fiscal adjunto, licenciado Iván Ariel Gómez Rubio y el médico legista, Miguel García Ortiz.

Los cadáveres fueron montados en la cama de una camioneta, y trasladados a la morgue del hospital regional universitario Jaime Mota de esta comunidad, donde fueron retirados por sus parientes.

La motocicleta R-1, quedó partida en dos, como la passola, cuyos restos se esparcieron por el pavimento de la carrera, junto a un dedo de uno de los fallecidos.

Se estima, que uno de los fallecidos chocó con un letrero de metal situado al lado derecho de la vía, cuyos golpes les produjeron hundimiento de la cara.