Crónica de una decisión esperada.

POR JOSE CORNIEL

Recordarán que el sábado 9 de este mes de agosto comenté en el  programa Acción Mañanera del Sábado, que la delincuencia en Barahona ha aumentado, que la población está desesperada por esa situación, y decía que una de las razones es la falta de oportunidad que tienen, sobre todo, los jóvenes, para insertarse en el tren del desarrollo.

lo que al parecer no le gustó al honorable gobernador de Barahona, Ing.  Pedro Peña Rubio, quien a instancia del director de programación de Empresas Radiofónicas, señor Tito J. Vargas, que le llamó, dijo que yo era un mentiroso porque  eso no es así y que el empleo en Barahona había crecido de manera sostenible.

A raíz de esa situación, Tito J. Vargas me abordó fuera del edificio que aloja las emisoras y me dijo que yo tenía que bajar el nivel de criticidad, que tenía que ser más moderado, etc, etc, etc., a lo que respondí que eso no podría ser, en virtud de que no me puedo hacer indiferente ante los males que aquejan y acogotan a esta sociedad, y que si lo hago por complacerlo a él y/o a la empresa, estaría dejando de ser yo y que si dejo de ser yo, mi existencia no tendría razón ser.

Este viernes 29 de agosto, justamente a las 11:45 minutos de la mañana, recibo la llamada de  mi amigo Winston Mercedes, quien me comunicó que por disposición del Ing. Roberto Lama, estoy suspendido del programa.

Ante esa decisión, sólo digo lo siguiente: Tienen todo el derecho del mundo a suspenderme del programa, porque las emisoras son de ellos. Ahora, lo que no van a lograr en mí es que deje de ser una voz en defensa de los más necesitados, aún con el riesgo que ello implique; Lo que no van a lograr es que me ponga al servicio del poder en perjuicio de mi clase, los pobres. Lo que no van a lograr es que me convierta en una bocina más del gobierno. Eso nunca. Y saben por qué?, por principio, por convicción y porque durante los 40 y tantos años que tengo de vida, he sabido coquetear con la miseria, me he hecho su aliado y su canchanchán, para que ambición alguna no me tiente, y para siempre seguir viendo una esperanza para los pobres más allá de estos políticos corrutos y corruptores, que sólo piensan en el pueblo para usarlo, tal servilleta, plato o vaso desechable.

Si la miseria en que he vivido no me ha doblegado, menos lo harán las presiones, sobornos, chantajes y amenazas que puedan venir del poder  o de cualquier otro sector que se sienta afectado con mi postura en los medios.

Mataron a Orlando Martínez, a Narcizaso, a Goyito, a Juan Andújar, a Lalito González y otros tantos, y las voces críticas en los medios de comunicación cada vez son más y más, porque la injusticia nunca se impondrá a la justicia.