Las relaciones cibernéticas y los peligros que encierran

Las relaciones cibernéticas y los peligros que encierranPor ALEXANDRA URBAEZ H.

 
Hoy en día existe la tendencia de establecer una relación de pareja de personas que utilizan las redes sociales. En algunos casos terminan por ser relaciones sanas, estables y duraderas llegando incluso a formar bellas familias, pero lamentablemente debemos convenir que muchas veces esas relaciones representan un alto riesgo especialmente para las mujeres, que se aventuran a este tipo de relación cibernética, siendo en ocasiones vilmente engañadas por hombres que solo conocen a través de fotos en internet, sin conocer en lo absoluto el comportamiento de ese hombre, a qué se dedica, quién es en realidad, qué ha hecho en el discurrir de su vida y hasta donde es confiable para iniciar una relación saludable. 

Los riesgos y peligros de este tipo de relación están a la orden del día. Sabemos que existe un gran número de individuos que amparándose en todo lo confidencial y abstracto que pueden resultar estas incursiones a través de las redes sociales, ocultan sus verdaderas intenciones y solo exhiben frente a la mujer las cosas  sensibles que en todos los escenarios les interesa oír a la mujer y muchas veces las cosas devienen en actos criminales cuando no actos divorciados de la ley, donde el género femenino es el más perjudicado.  
Es que conocer personalmente y tratar a una persona, nos permite conocer sus virtudes y defectos. Podemos estudiar sus reacciones, adentrarnos en su modus vivendi y operandi, saber de su desarrollo en el campo espiritual, etc., y dependiendo del estudio que hacemos del individuo asimismo nos vamos creando sentimientos afectivos o de rechazo según sea el caso. Cuantos menos defectos veamos, más ilusión y más enamoramiento habrá. Cuantos más defectos conozcamos menor será la intensidad de los sentimientos, aunque nos siga gustando.
Cuando establecemos contacto con alguien a través del internet, se nos escapa  algo de suma importancia como es aquel lenguaje no verbal que en los comienzos de toda relación de pareja surge indefectiblemente. La forma de hablar, la mirada, su forma de reír, de actuar y la presencia que exhiba el hombre es importante para la mujer poder aquilatar la clase de persona a la que se entregará. 
Aunque hay hombres que utilizan el internet para bien relacionarse con una mujer a la que buscan como pareja o compañera, existen otros individuos inescrupulosos con etiqueta de delincuentes que andan buscando en las redes sociales la oportunidad de entablar una relación donde solo piensan hacer daño si se les brinda la ocasión. 
Muchas veces esas relaciones han devenido en una estafa, un chantaje, un soborno, un desagradable engaño y en el peor de los casos en un horrendo crimen, como aconteció recientemente con el caso de la abogada Paola Languasco en el Cibao.  
No queremos significar en este trabajo que las mujeres deben eliminar la práctica de relacionarse sentimentalmente en las redes sociales, ahora, debemos recomendar en este tipo de actividad tener el cuidado y la percepción de cuáles son los pasos que se deben dar para iniciar dichas relaciones. 
Incluso sabemos de casos donde las mujeres lo que han tratado de buscar a través de esa relación en las redes sociales no es más que el pasaporte para la obtención de una residencia en el país de donde es oriundo el hombre que tratan por internet, pero esto entraña una alta peligrosidad y un alto porcentaje de fracaso en los propósitos reales de esa relación.
En estos tiempos en los que vivimos, donde la criminalidad se ha acentuado a todos los niveles utilizando los escenarios más inconcebibles, las mujeres debemos elegir con mucho cuidado cuando se trate de iniciar una relación de la cual en el mejor de los casos no tengamos que arrepentirnos.
Si el hombre es un extranjero, se debe indagar con profundidad por todos los medios que se tengan al alcance las actividades a las que se dedica, incluyendo conocer los antecedentes penales a través de las autoridades del país de donde proviene, si esto es posible. 
Casi todos hemos sabido en nuestro entorno o en algún programa de televisión, sobre personas que dicen estar flechados de alguien que todavía no han tratado personalmente, es más ni siquiera lo conocen. Esos sentimientos no son más que el producto de una fantasía o de un propósito malsano.
Es una fantasía toda vez que se alimenta de discursos seductores que nos mandan y leemos con fruición a través de una pantalla. Como no tenemos una imagen física que podamos ver la psiquis idealiza al otro y conforma inevitablemente el modelo que aspiramos tener que muchas veces no es el real.
 Lo aconsejable seria no iniciar contactos cibernéticos sentimentales, pues no nos es fácil poder percibir cuando las intenciones son buenas y convenientes o cuando contrariamente se está jugando con nuestros sentimientos y se nos quiere hacer daño.
Cuando no se palpa la realidad, la psiquis emprende un viaje imaginario creando una figura sublimada de lo que le gustaría descubrir de la persona ideal. Todo este mapa se activa de forma inconsciente. Así lentamente va ingresando en una ilusión que va le va cautivando, hasta llegar a un ímpetu que puede perjudicar más de la cuenta. 
Las personas más expuestas a caer en los riesgos de los amoríos cibernéticos, serán las que tengan una propensión a ser soñadoras y se sientan insatisfechas con su vida real. Mi consejo final es que evite hasta donde le sea posible ese tipo de relación cibernética, si no quiere correr el riesgo de sufrir un gran desengaño aunque como todas las cosas existen excepciones.
Las relaciones cibernéticas y los peligros que encierran Las relaciones cibernéticas y los peligros que encierran Reviewed by Emma Pérez on abril 29, 2015 Rating: 5
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