LIMA.- Manuel Merino juró el martes como el tercer presidente de Perú en cuatro años en medio de protestas que muestran una profunda crisis política y económica agudizada por la pandemia.
El político —desconocido para gran parte del país— reemplaza a Martín Vizcarra, quien fue destituido el lunes por “incapacidad moral permanente” tras una rápida votación en el Parlamento luego de ser acusado sin pruebas concluyentes de recibir sobornos mientras era gobernador en 2014.
En un discurso de 15 minutos en el Parlamento, Merino dijo que la vacancia se logró con 105 votos que “no fueron comprados” y reconoció que la población los mira con “mucha preocupación”.
Merino era el presidente del Congreso desde marzo, y en septiembre fue acusado de buscar el apoyo militar durante un primer intento fallido de sacar del poder al entonces presidente Vizcarra.
Su juramentación quedó marcada por protestas en varias ciudades del país. A pocas cuadras de la ceremonia en la capital, la policía rodeó el casco urbano cercano al palacio presidencial y al Parlamento y frenó con gases, perdigones y varazos a los ciudadanos.
Los manifestantes califican la destitución como “golpe de Estado disfrazado”. Un letrero decía “fuera ratas”, en alusión al Parlamento y otros cantaban la frase “Merino delincuente, no eres presidente”.