El director del OIJ, Randall Zúñig, explicó a periodistas de “Noticias Grupo Repetel” que en ese país el grupo era liderado por una mujer de apellido Cruz, de 41 años, y sus tres hijos de apellido Porras de 24, 21 y 19 años de edad, “dos mujeres y un varón”, pero que los cabecillas se encontraban en República Dominicana.
“Gran parte de las ganancias la enviaban hasta República Dominicana para dárselas a los cabecillas del grupo criminal que no son de Costa Rica”, dijo Randall Zúñig, quien indicó que el grupo cobraba entre 500,000 Colones (unos RD$61,339) y 200 millones de colonos (unos RD$24,535,600)De acuerdo al informe, las personas entraban a sitios webs de encuentros sexuales, donde el grupo creaba perfiles falsos con fotos de “mujeres atractivas”, y simulaban los encuentros.
“Podía ser una mujer o podía ser un hombre porque muchas de estas conversaciones se daban a través de redes sociales, de WhatsApp”, explicó el director de OIJ, al tiempo de aclarar que los encuentros no se realizaban y las personas recibían amenazas de que debían pagar o se “generaría una situación en contra de la familia”.
Las autoridades de Costa Rico no informaron si estarían en contacto con las dominicanas para investigar a los cabecillas de la red en el país.
