Santo Domingo. – La sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que declaró inconstitucional sancionar a policías o militares por mantener relaciones consensuales con personas del mismo sexo coloca a la República Dominicana en línea con los estándares legales y disciplinarios predominantes en el mundo, incluidos los países desarrollados, las democracias consolidadas y hasta naciones de fuerte tradición católica.
Hasta esta decisión, la normativa disciplinaria dominicana permitía perseguir conductas privadas que en la mayoría de los Estados modernos fueron desterradas hace décadas. Con la sentencia TC/1225/25, el país abandona ese rezago histórico y se incorpora al grupo hoy mayoritario de naciones donde la orientación sexual de un uniformado no constituye materia de sanción disciplinaria.
Un análisis comparado
Un análisis comparado muestra que más de 120 países entre ellos toda América Latina, casi toda Europa, Oceanía y gran parte de Asia no penalizan ni restringen la permanencia de personal homosexual en cuerpos policiales o militares. La República Dominicana se suma así a una tendencia global consolidada.
es la sentencia del Tribunal Constitucional, que despenaliza la “sodomía”. Su sanción era de 2 años.
Ese alineamiento refleja la práctica de los países desarrollados y también coincide con lo que ocurre en Estados de arraigo católico profundo. Irlanda, Italia, España, Portugal y Francia todos de mayoría católica histórica carecen de cualquier norma que castigue relaciones homosexuales entre uniformados. Incluso en naciones conservadoras como Polonia, las fuerzas armadas y la policía no pueden imponer restricciones basadas en orientación sexual, en cumplimiento de la normativa europea.
El caso de Italia es especialmente ilustrativo: siendo sede del Vaticano, las Fuerzas Armadas italianas y cuerpos como los Carabinieri o la Polizia di Stato no contemplan sanciones de este tipo desde hace más de dos décadas.
Ni en el Vaticano
Incluso dentro del propio Estado de la Ciudad del Vaticano, la Guardia Suiza Pontificia el cuerpo militar más antiguo en continuidad del mundo no prohíbe ni sanciona la homosexualidad. Sus requisitos disciplinarios se basan en la vocación, el celibato temporal y la vida moral del servicio, pero no incluyen investigaciones ni castigos por la orientación sexual de sus miembros. La institución solo exige que sus reclutas sean varones católicos solteros de nacionalidad suiza, sin referencia alguna a la orientación afectiva.
Fuera de Occidente, países de renta media-alta como Brasil, Colombia, México, Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, India, Filipinas o Vietnam aplican políticas modernas de trato igualitario dentro de sus cuerpos uniformados. Los únicos Estados donde todavía se castigan relaciones homosexuales en fuerzas armadas se concentran en regiones donde la homosexualidad continúa penalizada en general principalmente partes del Medio Oriente y África subsahariana, Rusia y Bielorrusia constituyendo una minoría del sistema internacional. Con este panorama, la decisión del TC, más que una ruptura cultural, representa un ajuste institucional que coloca al país en la corriente principal del derecho comparado contemporáneo.